Los casos por COVID-19 siguen al alza en Estados Unidos, así como en distintas partes del mundo, luego de la aparición de la nueva subvariante denominada BA.5, la cual proviene del Ómicron.
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De hecho, la mayoría de los contagios han sido provocados por este virus, que presenta síntomas diferentes a los demás.
BA.5 está pegando con fuerza en Estados Unidos
BA.5 representa casi 54 por ciento de los casos de COVID-19, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Diversos estudios determinaron que la subvariante es más contagiosa. Incluso, su agresividad con el cuerpo humano es mayor, por lo que la OMS ha pedido no bajar la guardia.
Pese a lo peligrosa que resulta la BA.5, la vacunación ayudó a que la tasa de mortalidad se redujera considerablemente.
Sin embargo, los cuidados de prevención son fundamentales, como el uso de cubrebocas y la constante desinfección de las manos.
Los síntomas más comunes poscontagio de esta subvariante son:
- Problemas pulmonares y cardíacos.
- Fatiga.
- Trastornos digestivos y renales.
- Diabetes.
- Problemas neurológicos después de cada reinfección, síntomas que podían durar por lo menos seis meses.
La jefa técnica de la OMS, María van Kerkhove, pidió a todo los paÍses estar alertas y no perder de vista los daños que puede provocar el COVID-19.
Asimismo, detalló que esta subvariante ya está presente en muchas ciudades, por lo que es necesario contrarrestar el número de casos.
“Entre los linajes Ómicron, BA.5 y BA.4 continúan aumentando a nivel mundial. La BA.5 se ha detectado en 83 países, con una prevalencia de 37 a b52 por ciento del 19 al 25 de junio. La tasa de BA.4 no es tan alta como BA.5.
“Hay demasiadas personas que mueren innecesariamente cuando tenemos las herramientas para prevenirlas: estar alerta, usar mascarilla, distanciarse, vacunarse, abrir ventanas, lavarse las manos, hacerse la prueba, aislarse si está infectado, ponerse en cuarentena si hay contacto, y estar informado”.
— María van Kerkhove, jefa técnica de la OMS