El transporte público de la capital mexicana es una necesidad para millones de usuarios, pero las condiciones del servicio no siempre son a la medida de las necesidades.
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Las autoridades de CDMX acaban de aprobar un incremento de un peso a la tarifa concesionada a los pasajeros. De esta manera, el boleto costará 5 pesos en vez de cinco, pero esta alza estará condicionada por varios compromisos.
Los propietarios de las unidades deben, mantener las unidades en condiciones óptimas, esto es, bien de llantas y la parte mecánica. También deben mantener en óptimas condiciones las puertas, asientos, luces, pasamanos y frenos.
Los transportistas se comprometieron a que sus choferes tengan licencia tipo C vigente y deben retirar todos los vidrios polarizados.
Asientos sucios
Según una reseña de Noticieros Televisa, se constató que rutas de la llamada Fuerza Amplia de Transportistas, como la Ruta 36, que va de Taxqueña a Xochimilco, al sur de la Ciudad de México, “la gente viaja en asientos sucios y rotos”.
“El servicio es malo, suben el radio, lo avientan a uno, suben mucha gente”, dijo Agustín Pérez, usuario de transporte público. “Sí, ya parece que lo impermeabilizaron de allá arriba y sí goteaba. Son muchas obligaciones que nosotros no hacemos”, afirmó Juan Pérez, chofer de la Ruta 36, CDMX. “Su unidad no es reciente y el operador no usa uniforme ni cinturón, lo que la autoridad les piden desde hace tiempo”, citó el medio.
Un paso más
Los usuarios han reiterado que el ajuste en la tarifa no podía pasar de un peso porque de ser más caro el servicio, el presupuesto familiar estaría desequilibrado. En pocas palabras, sería inviable poder sostener una tarifa más alta.
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Tras el anuncio del aumento en la tarifa, los operadores de la ruta 56, que corre de Zapotitla a Taxqueña, se mostraron conformes aunque no satisfechos del todo. “Es un logro a medias, verdad porque no es lo que uno quisiera, en realidad pero es un buen avance, esperemos que nos ayude a poder subsistir”, dijo uno.
“Pues es una burla, una risa. Porque realmente, un peso no es nada, realmente cada día subieron el gas”, insistió el señor Fernando.
“Es bueno un peso, porque tres pesos ya sería una tarifa muy alta para nuestra economía, pero un peso está bien al fin y al cabo de ellos es su trabajo y todo está subiendo, debe de ser equitativo”, agregó una usuaria, precisó el medio. “Está bien que lo suban simplemente que arreglen sus cosas esas, que le bajen el volumen a sus chingaderas”, concluyó otro usuario.