No es de extrañar que luego de los estragos sanitarios que ha dejado el coronavirus, cualquier otra enfermedad sea seguida con lujo de detalle por las autoridades internacionales.
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Por eso la viruela del mono se investiga a fondo, ya que la población se encuentra trastornada por lo que ocurrió con el COVID-19.
Confunden indicaciones de los CDC sobre viruela del mono
Es por eso que se siguen de cerca las indicaciones de los expertos, como los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), que han alertado que esta enfermedad también se puede contagiar a través de los aerosoles o gotículas, como sucede con el SARS-CoV-2.
Lo cierto es que las indicaciones hechas por el organismo han generado un poco de confusión en la sociedad.
La semana pasada, los CDC actualizaron sus puntos a seguir para los viajeros que deseen cuidarse contra la viruela del mono.
“Use mascarilla. Utilizar cubrebocas puede ayudarlo a protegerse de muchas enfermedades, incluida la viruela del mono”, indicaron.
Sin embargo, el 6 de junio pasado esa recomendación fue eliminada para evitar confusiones.
“Los CDC quitaron ese llamado al uso de mascarillas en sus lineamientos de salud para viajeros por la viruela del mono, porque causaba confusión”, indicó la agencia mediante un comunicado.
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Pero ahora, el organismo sostiene todavía que en los países donde se está propagando la enfermedad, “los contactos que comparten el hogar y los trabajadores de la salud” deberían considerar usar mascarillas.
Ese mismo punto se aplica a “otras personas que pueden estar en contacto cercano con alguien que ha sido confirmado con viruela símica”.
Transmisión por aire del virus
Lo cierto es que esta modificación capta un aspecto poco discutido del brote actual de la viruela símica: el virus puede transmitirse por el aire, al menos en cuanto a las distancias cortas se refiere.
Aunque los especialistas aseguraron en diversas entrevistas que la transmisión aérea es sólo un pequeño factor en la propagación general, no hay estimaciones sólidas sobre cuánto contribuye.
A muchos, el fugaz cambio de opinión de los expertos sobre los tapabocas para los viajeros preocupados por la viruela, les trae el recuerdo a la época más temprana del coronavirus cuando las autoridades negaban que el coronavirus se transmitía por el aire.
En septiembre de 2020, la agencia publicó una guía sobre la transmisión aérea del virus y luego la retiró abruptamente sólo unos días después.
Fue hasta mayo de 2021 cuando el organismo reconoció que el COVID-19 podría “permanecer suspendido en el aire de minutos a horas”.
