MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
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La organización ha recordado que los anteriores combates entre las fuerzas gubernamentales y el M23 dieron lugar a abusos generalizados contra la población civil y a prolongadas crisis humanitarias.
"El grupo armado M23 fue responsable de innumerables atrocidades en el pasado y la reanudación de los combates en Kivu del Norte suscita una gran preocupación por el peligro que corren los civiles de la zona", ha señalado el investigador principal sobre el Congo de HRW, Thomas Fessy.
Así, ha subrayado que "todas las partes, incluidas las fuerzas rebeldes, las fuerzas de seguridad del Congo y sus vecinos, y las fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, están obligadas por el Derecho Internacional a preservar a los civiles".
Por otro lado, un agricultor de la aldea de Kibumba, a unos 20 kilómetros al norte de Goma, donde se produjeron algunos de los combates, ha dicho a HRW sobre el regreso del M23: "Todo el mundo sabe cómo sufrimos bajo la dominación de esta gente, tantos jóvenes murieron. No creo que puedan cambiar, no podemos esperar nada bueno de ellos".
La organización ha recalcado que los intentos regionales de desmovilizar a los combatientes del M23 han fracasado en los últimos 10 años.
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Así, HRW ha aseverado que las actuales hostilidades en el este del Congo no deberían disuadir al Gobierno de Tshisekedi y a los países vecinos de buscar justicia por los abusos cometidos durante el anterior conflicto armado en territorio congoleño.
"El hecho de que los gobiernos de la región no busquen justicia para los comandantes de todos los bandos implicados en atrocidades pasadas aumenta la preocupación por la seguridad de los civiles en cualquier combate futuro", ha denunciado Fessy.
En este sentido, ha sentenciado que "los gobiernos que ayudan a grupos armados abusivos como el M23 corren el riesgo de convertirse en cómplices de sus crímenes".
Al menos 37 civiles fueron asesinados el domingo y varios más fueron secuestrados en un ataque de la milicia islamista Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) en la aldea de Beu-Manyama, la región de Beni, en el este de República del Congo.
El este de RDC, y especialmente las provincias de Kivu Norte e Ituri, se ha visto sacudido por un repunte de los ataques por parte de grupos armados durante los últimos años, incluida la reciente reactivación de operaciones por parte del Movimiento 23 de Marzo (M23), que en 2013 firmó un acuerdo de paz con las autoridades de RDC.