MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
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Según las informaciones recogidas por el diario 'Jornal de Angola', Lourenço ha hablado en las últimas horas una reunión por videoconferencia con ambos mandatarios en los que han hablado sobre la situación. Asimismo, las autoridades de RDC han aceptado liberar a varios soldados ruandeses detenidos la semana pasada en la zona.
Asimismo, Lourenço ha afirmado que ambos líderes han acordado participar en una cumbre para intentar reducir las tensiones, si bien por el momento no hay un acuerdo sobre la fecha, en medio del reciente cruce de acusaciones sobre el supuesto respaldo de Kigali al M23.
Recientemente, Tshisekedi y Kagame hablaron con el presidente de Senegal y la Unión Africana (UA), Macky Sall, quien pidió a Lourenço que "continúe sus esfuerzos de mediación". El propio Sall expresó la semana pasad su "grave preocupación" por las tensiones e hizo un llamamiento al diálogo, mientras que el Gobierno de RDC suspendió sus vuelos con Ruanda y convocó al embajador ruandés en Kinshasa para protestar por la situación.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruandés, Vicent Burita, rechazó el sábado desde Guinea Ecuatorial las acusaciones "infundadas" de RDC y recalcó que es necesario abordar los problemas para evitar "un círculo vicioso de conflictos no deseados y destructivos".
En este contexto, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha reclamado a las partes que protejan a los civiles y faciliten la labor del personal humanitario, después de que cerca de 72.000 personas se hayan visto desplazadas por la violencia, según el último balance facilitado el viernes por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
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El CICR ha alertado de que los combates han ido acercándose a las localidades de Katale y Buvunga, en el noroeste de Rumangabo. "En la ruta entre Rutshuru y Goma, se ven miles de personas que huyen a pie o en motocicleta. Algunos pobladores se han ido con su ganado, porque muchas veces es el único sustento que tienen", ha dicho Raphaël Ténaud, jefe de la subdelegación del CICR en Goma.
"Instamos a todos los actores implicados a hacer todo lo que esté a su alcance para preservar a la población civil y facilitar el trabajo del personal de la Cruz Roja que trabaja arduamente para llevar ayuda a la población", ha resaltado la jefa de la delegación del CICR en RDC, después de que el organismo tuviera que suspender el 24 de mayo la distribución de ayuda por los combates en Rugari.
La llegada de nuevos desplazados han ahondado la precariedad de las condiciones de vida en los campamentos improvisados en la zona, mientras que más de 3.600 personas han encontrado refugio en iglesias y una escuela en la localidad de Kanyaruchinya.
"Las familias están apiñadas en las aulas. Otras duermen en el piso, en el patio, a la intemperie, al lado de sus animales. No tiene agua, ni refugio ni comida. Las precarias condiciones de higiene, la falta de agua limpia y la promiscuidad son factores de riesgo del cólera", ha manifestado Ténaud.
Así, Bernhard ha hecho hincapié en que el CICR trabaja para "mantener un diálogo bilateral y confidencial con las fuerzas y los grupos armados a fin de asegurarnos de que la población civil sea respetada y protegida y de que la evacuación de los heridos y los enfermos pueda llevarse adelante sin obstáculos".
El M23 ha sido acusado desde noviembre de 2021 de llevar a cabo ataques contra posiciones del Ejército en esta zona del país, a pesar de que procedió a su desmovilización hace más de ocho años tras combates con el Ejército.
Las autoridades congoleñas y el M23 firmaron en diciembre de 2013 un acuerdo de paz tras los combates registrados desde 2012 con el Ejército, que contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas. Expertos de la ONU acusaron a Uganda y a Ruanda de apoyar a los rebeldes, si bien ambos países lo negaron.