MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
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La provincia de Kivu Norte (este) ha sido escenario estos últimos días de un repunte de los combates entre el M23 y las fuerzas de seguridad, que han provocado el desplazamiento de más de 26.000 personas durante la última semana.
"Las efectos militares encontrados en el lugar, las imágenes en poder de nuestras Fuerzas Armadas así como los testimonios recogidos de nuestras poblaciones demuestran suficientemente que el M23 cuenta con el apoyo del Ejército ruandés", ha zanjado el Consejo Supremo de Defensa congoleño.
El Ejército de Ruanda denunció el lunes que "muchos" civiles habían resultado heridos a causa de ataques de artillería desde territorio congoleño y reclamó que el Mecanismo Conjunto Expandido de Verificación (EJVM) con Ruanda que investigara el incidente, en medio del aumento de las tensiones en la zona. Ataques posteriores del grupo han sido entendidos como una "represalia" con participación ruandesa.
"La de Ruanda es una actitud reincidente que pretende torpedear los esfuerzos de pacificación emprendidos en el marco del proceso de Nairobi", añade el Consejo, organismo encabezado por el presidente del país, Felix Tshisekedi, que cuenta con representación de altos cargos de seguridad y líderes parlamentarios.
Por ello, el Gobierno no solo ha decidido declarar a la organización como grupo terrorista, sino que ha citación al embajador de Ruanda acreditado en la República Democrática del Congo para "notificarle la desaprobación total del Gobierno congoleño".
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Asimismo, el Gobierno congoleño también ha adoptado como medida cautelar "la suspensión inmediata de los vuelos de la compañía de aviación Rwandair en su territorio", añade el comunicado recogido por el portal de noticias Actualité.
Durante una cumbre en abril, RDC y varios países de la región apostaron por un proceso de conversaciones liderado por Kinshasa y con sede en la capital de Kenia, Nairobi, al tiempo que anunciaron un acuerdo para crear una fuerza conjunta a desplegar en la zona contra las "fuerzas negativas" que se nieguen a participar en las conversaciones y entregar las armas.
El M23 ha sido acusado desde noviembre de 2021 de llevar a cabo ataques contra posiciones del Ejército en esta zona del país, a pesar de que procedió a su desmovilización hace más de ocho años tras combates con el Ejército.
Las autoridades congoleñas y el M23 firmaron en diciembre de 2013 un acuerdo de paz tras los combates registrados desde 2012 con el Ejército, que contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas. Expertos de la ONU acusaron a Uganda y a Ruanda de apoyar a los rebeldes, si bien ambos países lo negaron.