MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, ha indicado que las operaciones "continúan" y ha apuntado a "una cadena" de ofensivas. "Al completar de forma exitosa esta operación, cerraremos el candado y garantizaremos el control total de nuestras fronteras", ha asegurado.
Akar, que ha visitado durante la jornada la frontera común, ha destacado que en estas operaciones participan drones y otros medios para dar cobertura aérea a las ofensivas terrestres, tal y como ha recogido la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
Asimismo, ha afirmado que la cúpula del PKK, considerado un grupo terrorista por Ankara, se encuentra en estado de "pánico" y en proceso de "desintegración". "Todo esto está recogido en informes de Inteligencia", ha explicado el ministro de Defensa turco.
Por último, ha reiterado que la ofensiva está dirigida únicamente contra "terroristas" y ha manifestado que "los turcos y los kurdos son hermanas y hermanos". En este sentido, ha afirmado que Ankara seguirá combatiendo el terrorismo para "acabar con esta maldición".
Turquía anunció a mediados de abril el inicio de una nueva ofensiva contra el PKK en la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, en el norte de Irak, lo que fue descrito por Bagdad como una "amenaza a la seguridad nacional", dado que las operaciones no estaban siendo coordinadas.
En respuesta, el Gobierno de Turquía convocó al encargado de negocios de Irak para trasladar su protesta por estas críticas y recalcó que "la organización terrorista PKK ha estado atacando el país desde sus escondites en el norte de Irak desde hace cerca de 40 años".
"Desafortunadamente, no ha habido respuesta por parte de las autoridades iraquíes a las insistentes reclamaciones para poner fin a la existencia de esta organización terrorista, que supone también una amenaza a la soberanía y la estabilidad de Irak", dijo.
El Ejército turco ha intensificado sus operaciones contra el PKK tanto en el país como en el norte de Irak --donde la formación cuenta con numerosas bases-- desde que quedó roto el alto el fuego entre el Gobierno y el grupo armado en julio de 2015.