MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
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Así, el Ministerio de Asuntos Exteriores palestino ha tildado aquella muerte como un "crimen de ejecución" y ha pedido que se aceleren las investigaciones para "llevar a los criminales y asesinos ante la justicia internacional", recoge la agencia palestina de noticias WAFA.
Esta decisión, que ya había sido anunciada anteriormente por las autoridades palestinas, no ha sentado bien en Israel, pues incluso el ministro de Defensa, Benny Gantz, quien apuesta por fortalecer las relaciones con la Autoridad Palestina, ya dijo que si se derivaba el caso al TPI se podrían dañar los lazos entre ambos territorios, según 'The Times of Israel'.
La periodista palestino-estadounidense Shirín abu Aklé falleció el 11 de mayo tras recibir un disparo en la cabeza en el marco de una operación de las fuerzas de seguridad israelíes en la ciudad cisjordana de Yenín
Las autoridades israelíes indicaron ya la semana pasada que el Ejército había identificado el arma con el que la periodista podría haber sido tiroteada, si bien subrayaron que no pueden estar seguros a menos que las autoridades palestinas entreguen la bala, algo que se han negado a hacer.
El ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid, ofreció a la Autoridad Palestina una "investigación forense conjunta", si bien las autoridades palestinas rechazaron esta opción argumentando que no confían en la neutralidad de Israel.
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Asimismo, el diario israelí 'Haaretz' informó a finales de la semana pasada de que la Policía Militar de Israel no investigará la muerte de la periodista, pues la Fiscalía Militar israelí no considera que haya sospechas de un acto criminal debido a que los soldados testificaron que no vieron a la Abu Aklé y que dispararon contra los milicianos, así como la percepción de que el caso podría provocar controversia en la sociedad y en el seno del Ejército.
El suceso ha sido condenado por Al Yazira, la Autoridad Palestina y Qatar, que subrayó en que "la ocupación debe rendir cuentas por este horrible crimen y llevar a los responsables ante la justicia internacional". Por su parte, Naciones Unidas reclamó "una investigación inmediata y exhaustiva y que los responsables rindan cuentas".