MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
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La llamada fiebre hemorrágica de Crimea-Congo se ha convertido en un azote para los ganaderos del país. El virus, que registra una tasa de mortalidad del 40%, se propaga especialmente a través de las reses hasta el punto de que los carniceros también corren especial peligro de contagio.
La enfermedad se está cebando con la población de la provincia de Dhi Qar, en el sur del país, donde ya se han contagiado 42 personas a pesar del endurecimiento de los controles impuesto por el Gobierno iraquí a las pocas semanas de la declaración del brote.
"Es posible que los números aumenten porque hay otros casos sospechosos", ha avisado el portavoz del Ministerio de Salud iraquí, Saif al Badr, en un comunicado recogido por el portal Iraqui News y la cadena iraquí Al Ahad.