QUITO (AP) — El Tribunal Provincial de Santa Elena ordenó el viernes la localización y captura del ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, liberado hace menos de dos meses por un juez de una pequeña localidad costera aunque tenía pendiente el cumplimiento de dos condenas de cárcel por corrupción.
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Por unanimidad ese tribunal revocó la orden de un juez de primera instancia que, aplicando un recurso, decidió liberar a Glas el 10 de abril aduciendo que hacía prevalecer el derecho a la vida del sentenciado antes que al cumplimiento del fallo y la pena. La defensa de Glas argumentó que su defendido estaba enfermo y que su vida corría peligro en prisión debido a las frecuentes matanzas entre presos en las cárceles.
Ese tribunal también ordenó la inmediata investigación de todos los funcionarios, tanto del sistema de prisiones como judiciales, que intervinieron en la liberación de Glas, a fin de establecer presuntas infracciones y responsabilidades.
La última vez que fue visto, Glas se encontraba en Guayaquil, pero ahora no se conoce su paradero porque no portaba grillete electrónico ni guardaba prisión domiciliaria, lo que le permitía moverse por todo el país.
No se ha dado más información sobre el cumplimiento de las condenas pendientes.
Una simpatizante del partido de Glas, Unión por la Esperanza, interpuso un recurso de habeas corpus, enfocado en proteger los derechos de los presos, en este caso de Glas, con lo cual quedó libre. Un narcotraficante holandés también fue puesto en libertad y un líder de las mafias que imperan en las cárceles estuvo a punto de quedar libre. En las cárceles de Ecuador se han registrado violentas matanzas entre presos en los últimos dos años.
El ex vicepresidente fue sentenciado a seis años de cárcel por asociación ilícita en una trama de corrupción de la empresa brasileña Odebrecht y recibió una condena de ocho años por cohecho en un caso denominado “Sobornos”, una compleja red a través de la cual empresarios dieron al gobierno del expresidente Rafael Correa (2007-2017) millonarias sumas a cambio de la concesión de obras públicas.
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En tanto, está pendiente la sentencia de una tercera causa por corrupción.
Glas fue vicepresidente de Correa entre 2013 y 2017 y posteriormente de su amigo y sucesor Lenín Moreno, quien poco después de llegar al poder se convirtió en un férreo detractor del correísmo.