MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
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La ministra del Interior de Chile, Izkia Siches, ha señalado que la implementación del estado de emergencia en la Macrozona Sur no es «una derrota ideológica» para el Gobierno del actual presidente, Gabriel Boric, una medida que se aplicará ante la falta de consenso para llevar a cabo una reforma constitucional.
«No hemos desdibujado nuestra agenda de largo plazo: trabajar en las medidas, tanto para restitución territorial (y las) demandas indígenas, como también, en paralelo, poder perseguir la delincuencia, el narcotráfico, el robo de madera y los distintos delitos que ocurren en el territorio», ha asegurado, tal y como ha recogido el diario ‘la Tercera’.
El ‘estado intermedio’, propuesto por el Ejecutivo, habría permitido a los militares chilenos «resguardar rutas y caminos» –sin decretar el estado de emergencia– para hacer frente a la situación de violencia en La Araucanía, la región chilena con mayor concentración de indígenas mapuche.
La decisión se ha comunicado esta misma semana a los partidos de Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático –que conforman la coalición que gobierna en Chile– en una reunión del comité político ampliado, por lo que finalmente se decretará el estado de emergencia.
«No queremos ser el Gobierno en el que un militar mate a un comunero», ha indicado Siches este martes, agregando que están «comprometidos con utilizar todas las herramientas del Estado de derecho» para evitar la violencia en la zona, tal y como ha recogido Radio Cooperativa.
Por otro lado, la bancada del Partido Republicano ha anunciado este martes que presentarán una acusación constitucional en contra de Siches, asegurando que el Ejecutivo se ha negado «reiteradamente a aplicar y hacer aplicar el derecho» en el país, según ha dicho diputado Luis Fernando Sánchez.
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Así, ha indicado que «tiene una responsabilidad» ante la población chilena y ha denunciado que «no puede ser» que una persona que ocupa el Ministerio del Interior «no haga cumplir las leyes», tal y como ha informado BíoBío Chile.
En La Araucanía, la región chilena con mayor concentración de indígenas mapuche, los indígenas exigen la devolución de sus tierras ancestrales y denuncian un hostigamiento por parte del Gobierno chileno.
Las autoridades –durante el mandato del expresidente chileno Sebastián Piñera– han negado en repetidas ocasiones estas acusaciones y, por el contrario, han apuntado a los nativos como los responsables de numerosos incidentes violentos en la zona, como ataques a fincas y a sus propietarios.
