ROMA, 18 (EUROPA PRESS)
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El Papa ha arremetido contra una «religiosidad moralista» y «llena de preceptos» y ha legitimado «la protesta» como «forma de oración», sobre todo en los casos en los que la vida impone «pruebas demasiado pesadas y desproporcionadas», como los que conviven con una enfermedad o familias con niños con graves discapacidades.
«Dios nos preserve de esa religiosidad moralista y de esa religiosidad llena de preceptos que nos da un cierto engreimiento que lleva al fariseísmo y a la hipocresía», ha dicho el Papa durante la audiencia general de este miércoles.
Para el Papa, «algunos se ven abrumados por una suma de males que parece realmente excesiva e injusta». «La protesta es una forma de oración, Dios no es un perseguidor», ha dicho. Así, ha enumerado algunas de esas penurias como «los padres de niños con discapacidades graves, o los que viven con una enfermedad permanente o el familiar de al lado». «Situaciones que a menudo son agravadas por la escasez de recursos económicos», ha admitido.
Francisco también se ha referido a «ciertas coyunturas de la Historia» en las que la humanidad se ve inundada por estas pruebas. «Estos montones de cargas parecen darse como una cita colectiva. Es lo que ha sucedido en los últimos años con la pandemia de Covid-19 y lo que está sucediendo ahora con la guerra en Ucrania», ha enfatizado.
«¿Podemos justificar estos excesos como una racionalidad superior de la naturaleza y la historia? ¿Podemos bendecirlos religiosamente como respuesta justificada a los pecados de las víctimas, que los merecían? No podemos», ha dicho. ?El Papa ha defendido lo que ha denominado una «especie de derecho de la víctima a protestar contra el misterio del mal». Francisco ha asegurado que es «un derecho que Dios concede a todos». También ha relatado cómo se ha encontrado con personas que le han detallado como han «protestado contra Dios».
«Ya sabes que la protesta es una forma de rezar, cuando los niños y los jóvenes protestan contra sus padres es una forma de pedir atención y de pedir que se ocupen de ellos. Si tienes una llaga en el corazón, protesta ante Dios, él te escucha, es un padre, no tiene miedo de nuestras protestas, lo comprende, pero –ha señalado el Papa– ¡Sé libre, sé libre en la oración, no aprisiones tu oración en esquemas preconcebidos! La oración debe ser así, espontánea, como la de un hijo con su padre, que le cuenta todo lo que le viene a la boca porque sabe que su padre le entiende», ha reflexionado.