BRUSELAS, 16 (EUROPA PRESS)
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El ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, ha lamentado que la Unión Europea siga sin contar con el consenso necesario para aprobar el embargo al petróleo, por las reticencias de Hungría, que reclama más garantías para cortar el suministro.
En declaraciones después de reunirse con los ministros de Exteriores del bloque en Bruselas, Kuleba ha asegurado que percibe un «apoyo claro» al sexto paquete de sanciones, que incluye el embargo al crudo ruso, a excepción de un país. «No es un exageración que solo hay un país que continúa bloqueando la inclusión del embargo al petróleo. La UE tendrá que abordar sus preocupaciones y hacer que suceda», ha señalado.
A su juicio, con este retraso es la propia «reputación» de la UE lo que está en juego, aparte de su unidad, algo que ha indicado que hay que preservar a toda costa- «No se puede romper la UE, tiene que seguir la unidad y tomar decisiones que acomoden los intereses de todas las partes», ha comentado el ministro ucraniano ante la prensa.
Kuleba ha evitado responder a Hungría, que mantiene el bloqueo al acuerdo desde hace días, afirmando que es la UE la que debe mandar un mensaje a Viktor Orban. «Es su decisión, yo no puedo obligarle a tomar una medida u otra», ha indicado, insistiendo en que la cuestión debe resolverse en el seno de la UE.
MÁS SANCIONES QUE ATAQUEN A LAS EXPORTACIONES RUSAS
No obstante, ha afirmado que el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, está mostrando liderazgo para desbloquear la cuestión y ha agradecido que varios Estados miembros se han comprometido a estudiar un nuevo paquete de sanciones en cuanto se apruebe la sexta ronda.
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En este sentido, Kuleba ha asegurado que las próximas sanciones deben dar un paso más contra la estructura económica rusa. «Hay que matar las exportaciones rusas», ha resumido.
«Mientras Rusia exporte petróleo, gas, acero y otras materias tendrá dinero para financiar la guerra. Tenemos que privar a Putin de dinero», ha recalcado, para explicar que pese a la respuesta de Occidente, «sufre más la economía ucraniana por la guerra, que la economía rusa por las sanciones».