MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
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Más de 50 localidades celebran este 14 de mayo el Día Mundial del Comercio Justo con diversas actividades, una jornada en la que se hace un llamamiento a luchar contra la desigualdad de género e impulsar el desarrollo sostenible, como defiende la campaña ‘Por la igualdad. Somos Comercio Justo’, promovida por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ).
Esta iniciativa reivindica este año la importancia de avanzar en la igualdad de género, ya que, actualmente, legalmente, en 18 países, los hombres pueden impedir que las esposas trabajen. Por otro lado, Naciones Unidas constata que las mujeres ganan un 23% menos que los hombres. Además, la previsión del Foro Económico Mundial es que, si no hay compromisos y acciones decididas, se tardarán 217 años en conseguir la igualdad salarial.
Como recuerda la CECJ en su manifiesto, «en todo el mundo, millones de mujeres no pueden ejercer sus derechos esenciales, una profunda injusticia absolutamente intolerable y que, además, lastra su desarrollo personal, social y económico, y limita el desarrollo sostenible».
Las organizaciones de Comercio Justo defienden, por ello, que trabajar para avanzar en la igualdad «no solo es una cuestión de justicia, sino que además beneficia a toda la sociedad y favorece el desarrollo de las comunidades» ya que, como subrayan, el Comercio Justo contribuye a romper la brecha de género y los roles sociales, unos avances que refleja la exposición ‘Empoderadas. Mujeres del Comercio Justo’, que se puede visitar en la estación Madrid Puerta de Atocha (Jardín Tropical) hasta el 22 de mayo.
«Se ha demostrado que el Comercio Justo empodera a las mujeres tanto social como económicamente. Los datos de la Organización Mundial del Comercio Justo señalan que la generación de ingresos por parte de este sector tiene un impacto directo sobre un millón de hogares, ya que el 74% son generados por y para mujeres. Además, el 54% de los puestos de dirección de las pequeñas empresas, cooperativas y grupos productores están ocupados por mujeres», explica Ana Sancho, técnica del Equipo de Economía Solidaria de Cáritas Española, perteneciente a la CECJ.
Sancho precisa también que «la alta presencia de mujeres en el Comercio Justo repercute también en el uso de la Prima Fair Trade, un ingreso adicional que proviene de la venta de productos Fairtrade y que debe utilizarse para invertir en el desarrollo social y económico de los trabajadores, sus familias y comunidades».
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Pese a la pandemia, la facturación global del Comercio Justo en España sigue al alza. Según la CECJ, en 2020 las ventas alcanzaron los 143,7 millones de euros en su conjunto, lo que supone un incremento del 3,6% respecto al año anterior. En el caso de Cáritas Española, facturó 538.799 euros y la mayoría de los productos que se comercializaron estuvieron relacionados con la alimentación, según los datos de la Memoria de Economía Solidaria 2021.
Cada habitante en España consume una media de 3,01 euros en productos con estas características. La alimentación continúa acaparando el protagonismo en el sector, generando el 97,3% de las ventas. Los productos más vendidos son el cacao, los dulces y el café.
En este sentido, según Fairtrade Ibérica, la venta de los productos certificados con este sello ha alcanzado en España los 137,4 millones de euros en 2021, un aumento del 1% respecto al año anterior. A nivel de Península Ibérica, los dos países suman 184 millones de euros en ventas, con una media de 3,2 euros por persona.
El cacao sigue siendo el producto certificado Fairtrade preferido por los españoles y supone ya más del 60% de las ventas, que se han mantenido estables en 2021, con 94 millones de euros. No obstante, el año pasado el café lidero el crecimiento debido a que el sector Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías) ha ido recuperándose tras las restricciones y los cierres provocados por la pandemia de la COVID-19. De esta manera, el crecimiento del café de comercio justo con sello Fairtrade ha tenido unas ventas superiores a los 22 millones de euros.
Por otro lado, aunque suponen porcentajes de ventas menores, artículos como la fruta o el textil presentan ritmos de crecimiento por encima del 25%. Gracias al consumo de productos certificados con sello Fairtrade en España y Portugal productores y agricultores han recibido una ayuda directa de 1.400.339 euros correspondiente a la Prima Fairtrade, destinada a conseguir mejoras tanto en sus negocios y operaciones como en su comunidad.
«La actual crisis global y la subida de los precios han hecho estragos en el consumo global, pero los productos sostenibles –entre los que se encuentran todos los que nosotros certificamos– han resistido este frenazo, lo que demuestra que son cada vez más las personas que optan por una compra responsable», ha señalado el director de Fairtrade Ibérica, Álvaro Goicoechea, al tiempo que destaca que las ventas del sello acumulan un crecimiento del 294% en los últimos 5 años en España.
CASOS DE ÉXITO
Un caso referente de la apuesta por el Comercio Justo es el de Paccari, la marca ecuatoriana presente en más de 40 mercados, que ha posicionado el chocolate de este país como uno de los mejores del planeta con base en un sistema de producción sustentable que tiene ya 20 años de vigencia y que forma parte de su ADN empresarial.
Su modelo de negocio, ‘Del árbol a la barra’, está centrado en la relación directa con alrededor de 4.000 agricultores de pequeña escala, quienes son los encargados de cuidar la biodiversidad y la calidad del cacao, recibiendo por ese compromiso un precio superior, que incluso puede llegar a triplicar sus ingresos.
«Lo que queríamos era cambiar la estructura, del esclavismo al humanismo, en la industria. Hay empresas que producen chocolate que tienen un costo de venta tres veces más bajo que el coste de producción. Eso no puede ser posible», sostiene Santiago Peralta, fundador de la compañía.
Además del precio justo, Paccari ha impulsado acciones que permiten cerrar brechas sociales, como reducir a la mitad de su peso los sacos de cacao, lo cual ha permitido que las mujeres agricultoras hagan parte de la comercialización directa y generen ingresos. Asimismo, la marca ha brindado constantes capacitaciones a los agricultores sobre cultivos biodinámicos para así asegurar la obtención de la mejor materia prima, respetando los ciclos normales de la naturaleza y favoreciendo su preservación. Como reconocimiento de este compromiso, Paccari ha recibido más de 400 premios internacionales.
Fundación Lealtad también recuerda el papel de las ONG Acreditadas como Fundación Adsis y PROYDE, con una larga trayectoria en el ámbito del Comercio Justo. En el caso de Fundación Adsis puso en marcha su propia importadora y distribuidora de Comercio Justo en 1993. Se llama Equimercado, y distribuye unas 300 referencias de alimentación ecológica y cosmética natural certificadas por el sello BioVidaSana.
Asimismo, trabaja con 15 cooperativas que aglutinan a 87 grupos de pequeños productores de América del Sur, África y Asia a quienes compra directamente sus productos y después los comercializa a través de su tienda online o los pone a disposición de comercios, supermercados y grandes superficies que quieran venderlos.
Por su parte, PROYDE, lleva desde 1999 apostando por el Comercio Justo como alternativa de consumo para combatir la pobreza y la desigualdad. Su tienda online recoge una amplia variedad de productos. La ONG reinvierte todos los beneficios de esta actividad en Proyectos de Desarrollo. En su catálogo hay productos de alimentación, artesanía y cosmética natural.
Además de las tiendas de las ONG especializadas, los productos de Comercio Justo ha llegado a los líneales de muchos comercios, supermercados y grandes superficies como Alcampo, Lidl, Carrefour, El Corte Inglés o DIA que cuentan entre su oferta con este tipo de productos.