MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
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La investigación preliminar iniciada por Israel sobre el incidente en el que la periodista palestina-estadounidense Shirín abú Aklé murió de un disparo en la cabeza durante su cobertura de un enfrentamiento entre israelíes y palestinos en Cisjordania no ofrece conclusiones sobre la procedencia de la bala que acabó con su vida pero admite, entre las varias teorías que baraja, que podría haber sido disparada por sus propios militares.
«Existe la posibilidad de que fuera alcanzada por los disparos de las fuerzas israelíes contra los terroristas», según el informe preliminar recogido por el ‘Jerusalem Post’, que sitúa a la reportera a unos 200 metros de los militares israelíes desplegados el miércoles en la ciudad cisjordana de Yenín para efectuar una serie de arrestos que se vieron respondidos, según Israel, por «disparos generalizados y descontrolados».
En este sentido, un alto responsable del Ejército israelí involucró el jueves a un militar dentro del escenario «más probable» de la muerte de la reportera: «un soldado con un fusil de asalto y un excelente sistema de apuntado estaba disparando a un terrorista con un M16 que estaba disparando contra nuestras tripas», según declaraciones al ‘Washington Post’.
«Estamos estudiando la posición de Shirín porque éste es el escenario más probable de su muerte», añadió esta fuente, bajo condición de anonimato, antes de informar que los investigadores militares israelíes se han apropiado de los fusiles de asalto de los efectivos involucrados para su análisis.
Otro alto responsable militar israelí admitió al ‘Wall Street Journal’ que el Ejército estaba investigando el incidente bajo la premisa de que «una bala de un soldado israelí pudiera haber rebotado contra el suelo o una pared y alcanzado a Abu Aklé».
El informe preliminar israelí mantiene que las fuerzas de seguridad israelíes actuaron en medio de «decenas de disparos descontrolados» contra los vehículos militares que entraron en Yenín y «efectuados en la dirección hacia la que se dirigía la reportera».
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Israel insiste en que ésta es toda la información que puede ofrecer por el momento dado que la bala se encuentra en poder del Gobierno palestino, que se niega a entregársela a las autoridades israelíes, tal y como ya manifestó el ministro de Asuntos Civiles, Husein al Sheij.
«Israel ha solicitado una investigación conjunta y que se le entregue la bala que asesinó a la periodista. Lo hemos rechazado y afirmamos que nuestra investigación se completará de forma independiente», aseguró el ministro en su cuenta de Twitter, antes de decir que todas las pruebas y declaraciones de testigos confirman que la periodista falleció por culpa de las unidades especiales israelíes.