ROMA, 10 (EUROPA PRESS)
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El Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el cardenal Kevin Farrell, ha defendido el ejemplo de vitalidad y actividad del Papa para los ancianos incluso «en este momento que está en silla de ruedas».
«Casi todos los días tiene una audiencia, casi todos los días pronuncia un discurso. La vida continua y esto es lo que quiere decir el Papa a todos los ancianos: ‘tenéis un mensaje que ofrecer al mundo, tenéis más experiencia que los demás; sabéis lo que es sufrir; habéis visto la guerra por lo que sois maestros de una forma de vivir pacífica y atenta con los más débiles», ha asegurado el purpurado irlandés durante la presentación esta mañana en la Oficina de Prensa del Vaticano del mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de los Abuelos y los Ancianos, que se celebrará el próximo 24 de julio.
Farrell considera que el Papa insta a la sociedad a «tomar conciencia de la relevancia de los ancianos en la vida de las sociedades y de las comunidades, y a hacerlo de manera estructural y no episódica». «No se trata de perseguir una emergencia, sino de sentar las bases de una pastoral a largo plazo que nos implicará durante décadas», ha asegurado.
Para el cardenal de la Curia Romana, el Papa ha querido establecer una Jornada Mundial destinada a celebrarse cada año para los ancianos porque quería reivindicar su posición en la Iglesia. «En la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium, por primera vez, se indica la atención pastoral de los ancianos como una de las principales competencias -al igual que la de los jóvenes- de un Dicasterio de la Curia Romana. Nos guste o no, el tema de los ancianos marcará nuestro futuro», ha comentado.
En este sentido, según Farell, el Papa remarca con el establecimiento de la Jornada Mundial de los Ancianos y los Abuelos «la necesidad de una pastoral ordinaria para esta etapa de la vida»
«El mensaje del Papa para la próxima Jornada Mundial de los Abuelos y las Personas Mayores es una alternativa a la cultura del descarte: nos ayuda a todos, y a los propios ancianos, a comprender que éstos, lejos de ser material de descarte, tienen una vocación específica dentro de nuestras comunidades», ha asegurado.
Por último, ha destacado que en este momento de la guerra en Ucrania, en el que el mundo «anhela de paz, necesita a las personas mayores porque ellas tienen el don de la ternura y son capaces de cuidar e interceder por los demás».
