ACNUR pide «intervenciones de estabilización y desarrollo» y advierte de que los trabajadores humanitarios están «llegando a su límite»
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MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Decenas de miles de refugiados han llegado a Níger durante los últimos cuatro meses escapando de los ataques por parte de grupos armados en los países de la región, según ha indicado este miércoles el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que ha mostrado su preocupación por el repunte de los ataques contra civiles.
Entre enero y mediados de abril de 2022, Níger ha registrado más de 36.000 llegadas desde Nigeria, Malí y Burkina Faso, lo que suponen 2.500 cada semana de media. «Me temo que estaremos recibiendo flujos regulares en Níger mientras haya problemas en los países de alrededor», ha sostenido el representante del organismo en Níger, Emmanuel Gignac.
«Es imperativo que ACNUR y nuestros socios desarrollemos y mantengamos una firme capacidad de respuesta ante emergencias», ha señalado, según un comunicado publicado por el organismo.
Así, los refugiados llegados desde Malí huyeron de los combates entre el Movimiento para la Salvación del Azawad (MSA) y el grupo yihadista Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS) en las regiones de Gao y Ménaka, mientras que los que lo hicieron de Nigeria escaparon del aumento de los saqueos, expropiaciones, asaltos y secuestros por parte de grupos criminales armados en el noroeste del país. Los desplazamientos en Burkina Faso están causados por el aumento generalizado de la inseguridad.
Los refugiados, en su mayoría mujeres y niños, necesitan cobijo, alimentos y comida, materiales no alimentarios y acceso a servicios básicos como la sanidad y la educación. ACNUR ha alertado de que el hecho de que estén llegando a algunas de las zonas más áridas del país hace que su situación sea aún más precaria. En total, hay unos 580.000 desplazados en Níger, incluidos 360.000 refugiados.
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«Aunque permanecemos comprometidos a entregar ayuda vital y trabajar de cerca con las autoridades locales y las comunidades de acogida en las líneas de frente de la respuesta, las intervenciones de estabilización y desarrollo deben tener lugar antes y más rápidamente. Como trabajadores humanitarios, estamos llegando a nuestro límite», ha subrayado Gignac.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, reclamó el martes desde Níger a la comunidad internacional «movilizar recursos suplementarios» para hacer frente al incremento de la amenaza yihadista en el Sahel y alertó de que los atentados en esta zona de África «siguen aumentando».
«En un momento en el que los ataques terroristas siguen aumentando en el Sahel y se extienden hacia los estados en el golfo de Guinea, la comunidad internacional debe darse cuenta de que no es una cuestión regional o africana, sino una amenaza global», afirmó, antes de hacer hincapié en que «Níger no puede superar solo todos estos desafíos».
De esta forma, incidió en que «al margen de la dimensión de seguridad, la región hace frente a una crisis multidimensional de una extraña amplitud y sólo una gran movilización internacional urgente y coordinada permitirá darle respuesta».
«Debemos luchar contra las causas profundas, la pobreza, la exclusión, la impunidad, la inseguridad alimentaria, la crisis climática, que exacerban las tensiones intercomunitarias y siguen alimentando el extremismo violento y el terrorismo en muchos países del mundo, también en el Sahel», zanjó.