MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Paleontólogos han descubierto en el sur de Argentina restos fósiles de un nuevo dinosaurio carnívoro que alcanzó entre 9 y 10 metros de largo y un peso de aproximadamente 5 toneladas.
Para soportar dicho peso, la columna vertebral del Maip, como ha sido denominado, estaba compuesta por enormes vértebras interconectadas por un complejo sistema de músculos, tendones y ligamentos, capaces de sostener el cuerpo del animal mientras se mantenía erguido sobre sus patas traseras, caminaba o corría.
SU NOMBRE PROVIENE DE UN SER MALIGNO MITOLÓGICO
El nombre Maip, según explica en un comunicado el coautor del descubrimiento Alexis M. Aranciaga Rolando, becario doctoral del Conicet en el MACN (Museo Argentino de Ciencias Naturales), «proviene de un ser maligno de la mitología Tehuelche el cual habita en la cordillera y mata usando el frío. Justamente, el hallazgo de Maip se produjo al sur de El Calafate, desde donde se aprecia la fastuosa cordillera de los Andes, de temperaturas muy frías. Además, para los Tehuelches, Maip representa la sombra que deja la muerte a su paso, mientras que nosotros imaginamos que, durante el Cretácico, este gran depredador con su enorme tamaño habría provocado algo similar». El término «macrothorax» hace referencia a la enorme cavidad torácica que poseía este dinosaurio, la cual medía 1,40 metros en su parte más ancha.
Además, las vértebras y costillas del Maip muestran una serie de rugosidades y estrías en sus regiones articulares que ayudaron a reconstruir los ligamentos que allí se insertaban, información que no siempre queda documentada en los huesos de estas criaturas extintas. Maip ofrece la oportunidad de ir un poco más allá de los huesos, y permite reconstruir el aspecto que habrían tenido las partes blandas que, como ligamentos y músculos, no se preservan.
Los megarraptores prosperaron durante el transcurso del Período Cretácico y se distribuyeron fundamentalmente por los continentes australes. El primero en ser hallado fue Megarraptor namunhuaiiquii, en la provincia de Neuquén, y a partir de allí se descubrieron en Australia, Japón y Tailandia. Estos dinosaurios eran cazadores de otros animales, y se caracterizaban por poseer un cráneo bajo y alargado, dotado de más de 60 dientes afilados; sus cuellos eran alargados y flexibles, y los brazos eran enormes y culminaban en poderosas garras adaptadas para atrapar y matar a sus víctimas.
Maip forma parte de una serie de descubrimientos paleontológicos efectuados en la Estancia La Anita, ubicada a unos pocos kilómetros al sur de la localidad de El Calafate.
Más aún, después de varias expediciones se ha podido recuperar partes de una fauna y flora del Cretácico antes desconocida para Argentina. De hecho, en esa misma localidad, el equipo de trabajo descubrió en 2019 restos de dos especies dinosaurios, el Nullotitan glaciaris, de cuello y cola largos, con un tamaño de casi 25 metros, e Isasicursor santacrucensis, del tamaño de un guanaco actual, pero que caminaba en sus dos patas traseras.
Estos dos animales eran herbívoros, de modo que el hallazgo del Maip permite agregar a los carnívoros a la «pirámide de alimentos» que existía en el sur de la actual provincia de Santa Cruz hace 70 millones de años. Hasta ahora la presencia de megaraptores en este yacimiento se basaba en unos pocos dientes aislados, pero el hallazgo del esqueleto parcial del Maip permite dar precisiones sobre su tamaño corporal, unos 9 metros de largo, imposible de calcularlo sobre la evidencia de dientes sueltos.
EL MÁS GRANDE ENTRE LOS MEGARRAPTORES
El nuevo descubrimiento ha sido publicado en Scientific Reports. En el artículo, los investigadores proponen que Maip estaría más emparentado con otros megarraptóridos descubiertos en América del Sur, mientras que las especies documentadas en Asia y Australia constituyen parientes más lejanos.
El grupo de megarraptores sudamericano habría evolucionado a partir de formas de mediano tamaño (entre 5 a 6 metros de longitud) y adquiriendo tamaños progresivamente mayores a medida que transcurría su evolución en el Período Cretácico. Maip resulta ser el megarraptor más grande conocido hasta ahora, a la par que representa uno de los últimos en habitar la Tierra antes de que una extinción masiva hiciera desaparecer numerosos linajes de organismos hace 66 millones de años.