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Bruselas dice que los “pinchazos ilegales” deben ser castigados pero rechaza investigar el uso de ‘Pegasus’

BRUSELAS, 4 (EUROPA PRESS)

El comisario de Presupuestos, Johannes Hahn, ha opinado este miércoles que el uso ilegal de programas informáticos para intervenir conversaciones privadas «es un crimen que debe ser sancionado» pero ha rechazado que el papel de la Comisión Europea sea el de investigar el uso en la Unión Europea de ‘Pegasus’, programa supuestamente utilizado para espiar a líderes independentistas y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, entre otros.

«Todos coincidimos en que no son de recibo unos pinchazos ilegales, no es algo que se pueda tomar a la ligera. Es un crimen que debe ser sancionado», ha dicho Hahn en un debate en el pleno del Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo (Francia) en el que eurodiputados de diversos grupos han criticado la falta de respuesta por parte de Bruselas en este asunto.

Hahn –que intervino en lugar del comisario de Justicia, Didier Reynders, que también ha sido presuntamente víctima de espionaje– ha insistido en señalar que el Ejecutivo comunitario no tiene capacidad de investigar estas cuestiones ligadas a la seguridad nacional, si bien ha celebrado que la Eurocámara haya creado su propia comisión de investigación sobre ‘Pegasus’ y ha señalado a las autoridades nacionales como las responsables de investigar cada caso que se dé en su territorio.

El asunto fue incluido en la agenda de la sesión plenaria a petición del grupo de Los Verdes/ALE, del que forma parte ERC, después de que ‘The Neew Yorker’ publicara una información apuntando al espionaje a más de 60 líderes independentistas en Cataluña, incluidos varios eurodiputados, como los de ERC, Diana Riba y Jordi Solé.

Ambos han intervenido en el debate para denunciar las escuchas y apuntar al Gobierno español como responsable. «He sido espiada por ‘Pegasus’ siendo eurodiputada, por tanto todos los que estáis aquí sois víctimas colaterales», ha proclamado Riba para avisar de que con ello queda «comprometida la independencia» de la Eurocámara. Solé, por su parte, que también ha dicho ser afectado de escuchas ilegales, ha pedido «no normalizar el espionaje político en la UE» y ha criticado que haya afectados «de primera y de segunda».

El eurodiputado de EH Bildu, Pernando Barrena, ha reclamado que las instituciones europeas investiguen «qué gobiernos han violado la ley», al tiempo que ha abogado por examinar la industria de los software de espionaje porque considera que ‘Pegasus’ es solo «la punta del iceberg».

Los tres eurodiputados de JxCAT, entre ellos el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, han intervenido también en la misma línea y para pedir que «Europa no mire para otro lado» ante el espionaje de líderes independentistas, que ha descrito como «el mayor caso de espionaje». Toni Comín, por su parte, ha aprovechado su intervención para apuntar al exministro de Interior y ahora eurodiputado del PP, Juan Ignacio Zoido, y preguntarle si durante su época en el Gobierno de Mariano Rajoy recurrió al programa de ‘Pegasus’.

Zoido ha eludido la respuesta directa a Comín pero ha defendido el uso de «herramientas de cibervigilancia» como «fundamentales» para proteger a las fuerzas de seguridad y a los ciudadanos y ha asegurado que «a nadie debería sorprender que se hayan podido hacer algunas escuchas a personas condenadas por delitos de sedición».

La jefa de la delegación del PP en la Eurocámara, Dolors Montserrat, ha criticado que los políticos independentistas que «dieron un golpe contra la democracia europea en España» hayan recurrido a un debate parlamentario como «oportunidad para la victimización».

En la bancada socialdemócrata, el eurodiputado del PSOE Iban García ha pedido «no capitalizar» cuestiones que preocupan a la UE para sacar ventaja en asuntos locales, por lo que ha apoyado que es necesario aclarar «quiénes, cómo, cuándo y quién está detrás» de las escuchas ilegales, ya sea por gobiernos o por la propia empresa que comercializa el software.

El eurodiputado de Ciudadanos Jordi Cañas, por su parte, ha considerado «paradójico que quienes robaron los datos de siete millones de catalanes para un referéndum ilegal denuncien el robo de los suyos sin pruebas». «Los separatistas acusan sin pruebas, usando y abusando de este Parlamento no para saber la verdad sino para propagar la mentira», ha remachado.

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