La juez le mantiene en libertad, a pesar de que la acusación particular haya solicitado su ingreso en prisión provisional
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VALLADOLID, 25 (EUROPA PRESS)
El principal sospechoso de la muerte violenta de Esther López de la Rosa, la vecina de Traspinedo (Valladolid) cuyo cadáver fue hallado el 5 de febrero en la cuneta de una carretera del pueblo, 24 días después de su desaparición la noche del 13 de enero de 2021, ha ratificado su declaración inicial en la que mantiene que la noche de autos dejó con vida a la joven.
Se trataba de la primera declaración del investigado, Óscar S.M ante la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid, ante cuyas puertas se ha concentrado más de una decena de personas con la fotografía de la fallecida y reclamando justicia para ella y su familia.
En el interrogatorio, Óscar, en una comparecencia de no más de una hora, ha sostenido su inocencia e insistido en que sobre las 03.00 horas dejó con vida a Esther López tras apearse ésta de su turismo, mientras que respecto a las supuestas contradicciones incurridas hasta la fecha se ha limitado a indicar con: «no tengo explicación» o «no puede ser».
El investigado ha abandonado la sede judicial por su propio pie, y ello a pesar de que el abogado de la acusación particular y representante de la familia de la fallecida, Guillermo Ruiz Blay, ha solicitado su ingreso en prisión provisional, subsidiariamente prisión eludible bajo fianza de 60.000 euros o su detención durante tres días.
Por contra, el fiscal del caso no ha interesado medida cautelar alguna al entender que no hay aún relato de hechos, ni indicios sino meras sospechas, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
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Ruiz Blay se había mostrado esperanzado en que el interrogatorio previsto «de la persona que hasta hace bien poco se declaraba amigo de la familia sea capaz de alumbrar las pocas incertidumbres que aún quedan».
PRUEBAS PARA INICIAR UN PROCESO PENAL
El letrado, en declaraciones a Europa Press, confíaba en que Óscar fuera capaz de explicar las «contradicciones» entre lo declarado por él anteriormente ante la Guardia Civil y lo que «aporta la tecnología», en referencia sobre todo al geoposicionamiento de su teléfono y el de la víctima que desmontarían la versión dada sobre lo ocurrido la noche de autos.
Se mostraba igualmente confiado en que se esclarezcan las circunstancias de la muerte de la joven, que sigue insistiendo en que es de etiología homicida, y advertía de que hay mucho ya esclarecido a los efectos de poner iniciar un procedimiento penal», tras recordar que en un caso como el de Marta del Castilla no se ha encontrado el cadáver y, sin embargo, se saldó con una condena por asesinato.
«El hecho de que aún haya vaguedades no implica que no pueda haber condena. Aquí, el trabajo ha sido brillante y minucioso», ha sentenciado el acusador particular.
Por su parte, la letrada del también investigado Ramón J.G.F, único que al inicio de las investigaciones estuvo privado de libertad por espacio de casi una semana y sobre el que hace unos días la juez instructora levantó su prohibición de salir de España, se había limitado a indicar que su patrocinado se encuentra muy «tranquilo, a la expectativa» y deseoso del pronto esclarecimiento de las causas de la muerte de su convecina.
«Desde el primer día os dije que era inocente y poco a poco se está demostrando», ha incidido Lorena Iglesias, quien ha declinado entrar a valorar lo hasta ahora actuado en el sumario, pues «para eso está su señoría», pero sí ha precisado que su cliente y Óscar no se conocen de nada, de ahí que no cree que el segundo de ellos diga nada que pueda afectar al primero.
«IMPLICADO EN LA MUERTE O CONOCEDOR DE CIRCUNSTANCIAS»
La toma de declaración a Óscar S.M. obedece al convencimiento de los investigadores respecto de su «posible implicación» en la muerte violenta de la joven «o conocimiento de sus circunstancias», a causa inicialmente de un atropello y al shock o hipotermia horas después al no ser tratada de las lesiones sufridas.
A tales sospechas ha llegado la Guardia Civil, según las diligencias a la que ha tenido acceso Europa Press, fruto de las «contradicciones» en las que habría incurrido el investigado en sus anteriores testificales, sobre todo en cuanto al momento en el que asegura que dejó a la víctima, sobre las 03.00 horas del 13 de enero, y que entra en colisión con el geoposicionamiento de ambos, en la casa de Óscar, en la urbanización El Romeral de Traspinedo o las inmediaciones, que revelan las pesquisas sobre sus terminales telefónicos.
En este sentido, tales investigaciones apuntan que el viaje juntos no concluyó junto al domicilio del también investigado Lucio Carlos G.D, en las inmediaciones del bar ‘La Maña’, en la vía de servicio de la N-121, sino que prosiguió hasta el de Óscar o sus cercanías, como así atestigua que el terminal de ella fuera señalizado allí sobre las 03.22 horas y el de él sobre las 03.26 horas.
«Asumiendo que Esther no se habría separado de su terminal telefónico, ya que el mismo se localizó junto al cadáver de la víctima, estos posicionamientos y conexiones permiten aventurar que Esther habría llegado junto a Óscar a bordo de su vehículo hasta la vivienda de éste en la urbanización El Romeral», apuntan los investigadores.
Las desconexiones al unísono de los móviles de ambos, que pasaron a ‘modo avión’, el de ella entre las 06.31 y las 08.55 horas y el de él entre las 06.34 y las 09.10 horas, figuran también entre las pruebas incriminatorias que los expertos barajan y que, según ellos, pudieran ser «para evitar el geoposicionamiento de los dos terminales».
Esa madrugada el móvil de Esther recibió tres llamadas infructuosas de su madre, la última un minuto más tarde de iniciarse la desconexión de su teléfono, «deduciéndose que pudiera estar ya en situación de riesgo o incluso fallecida».
Pero además, los expertos del Instituto Armado entienden de «escasa credibilidad» e «incongruente» la afirmación realizada por Óscar sobre que aquella noche discutiera con la víctima y ésta se apeara del coche debido a que ella pretendía seguir de fiesta, cuando Lucio Carlos G.D, el también investigado que viajaba con ambos en el Wolkswagen T-Roc de Óscar, no se percibió del deseo de la víctima de continuar de fiesta.
Por eso, en las diligencias se califica de «poco coherente» que en los escasos 300 metros desde que Lucio Carlos se bajó del coche para entrar en su casa hasta que ella hizo lo propio, supuestamente, para seguir de juerga, se llegara a producir una discusión entre Óscar y su acompañante.
A ello suman lo «ilógico» de la despreocupación mostrada por Óscar a partir de las llamadas que en tarde del 13 de enero recibió de Lucio Carlos en las que éste mostraba su preocupación porque no tenía noticias de Esther, y ello pese a que el primero «era consciente de lo aislado del paraje en el que, supuestamente, ella se habría apeado del vehículo, turismo que además, doce horas de la desaparición de la joven, el investigado se apresuró a lavar en una gasolinera.
Pese a ello, los análisis han recogido, como muy «relevante», perfil genético de Esther, Óscar y una tercera persona no investigada en la parte izquierda de la boca del maletero del vehículo del investigado, si bien los investigadores esperan aún los resultados practicados a varias piezas del mismo para comprobar si el T-Roc fue el que atropelló mortalmente a la joven.
Junto a todo este comportamiento sospechoso de Óscar, los agentes que vienen realizando la instrucción citan también los dos viajes que por la tarde y noche del 13 de enero realizó el investigado desde Valladolid a su casa de Traspinedo y que, como así infieren, trató de «ocultar», puesto que en el primero, entre las 14.22 y las 14.56, puso su teléfono móvil en ‘modo avión’ y en el segundo, entre las 21.01 y las 22.11 horas, optó por dejar dicho terminal en su vivienda de Valladolid.