MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
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La comisaria de Derechos Humanos del Parlamento Ucraniano, Liudmila Denisova, ha denunciado este sábado la deportación forzosa de 308 ciudadanos ucranianos desde la sitiada ciudad de Mariúpol a territorio ruso, concretamente a la región de Vladivostok.
«Rusia ha deportado forzosamente a ciudadanos de Ucrania de Mariúpol a la región de Primorski, a 8.000 kilómetros de su patria», ha afirmado Denisova en su canal de Telegram.
Denisova ha explicado que, según voluntarios, un tren llegó el 21 de abril a la ciudad de Najodka con 308 ucranianos de Mariúpol, incluidas madres y niños pequeños, personas con discapacidad y estudiantes y ha publicado fotografías de la llegada a la estación de estos desplazados.
«El país ocupante, Rusia, incumple flagrantemente el Artículo 49 de la Convención de Ginebra para la Protección de Civiles en Tiempos de Guerra que prohíbe la reubicación forzosa y la deportación de personas de los territorios ocupados», ha advertido Denisova.
Un asesor del Ayuntamiento de Mariúpol, Petro Andriushchenko, ha indicado que el 21 de abril «los rusos se llevaron a 308 vecinos deportados de Mariúpol a Vladivostok» y ha asegurado que 90 de los 308 eran menores de edad.
«La gente ha sido alojada en colegios y dormitorios. Después está previsto que sean enviados a distintas localidades de la región de Primorski», ha afirmado Andriushchenko.
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Este mismo sábado el propio Andriushchenko había informado previamente de la suspensión de que los planes para evacuar a parte de la población de Mariúpol ante el peligro de nuevos enfrentamientos.
«Íbamos a evacuar a unos 200 residentes pero el Ejército ruso se acercó a ellos y les ordenó que se dispersaran porque iba a haber bombardeos», ha explicado en declaraciones a la agencia UNIAN.
A lo largo de la tarde, las fuerzas separatistas prorrusas de Donetsk, que participan en el asedio, aseguraron que la operación había sido suspendida por culpa de los «nacionalistas ucranianos», según la nota recogida por la agencia TASS.
Ucrania, por contra, ha denunciado un ataque ruso contra la acería de Azovstal, uno de los últimos bastiones defensivos de la ciudad, que ha terminado por cancelar los planes de salida para la población.
Kiev calcula que en Mariúpol quedan todavía atrapadas 120.000 personas, que llevan soportando el asedio prácticamente desde el principio de la invasión rusa, el 24 de febrero.