MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
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El paso fronterizo de Islam Qala entre Afganistán e Irán ha sido cerrado temporalmente tras una disputa, de momento sin víctimas que lamentar, entre los talibán y la guardia fronteriza iraní, según han confirmado fuentes locales a Tolo News.
La confrontación ha comenzado después de que los iraníes se negaran a permitir que un grupo de ingenieros pavimentaran una carretera próxima al paso.
La tensión de la disputa comenzó a aumentar cuando los talibán se incautaron de un vehículo iraní que cruzó la línea divisoria en medio del encontronazo, ha añadido el comisario a Tolo News.
De momento, las fuerzas fronterizas tanto de los talibán como iraníes se encuentran «en alerta» aunque no se tiene constancia de que la situación haya pasado de momento a mayores.
Irán y el régimen talibán han protagonizado en los últimos días cruces de declaraciones después de que el movimiento afgano recordara a Teherán los numerosos casos de maltrato a refugiados de los que las autoridades iraníes han sido acusadas de varios años a esta parte.
Irán es uno de los principales países de acogida de refugiados afganos. Según las últimas cifras comunicadas por el Gobierno en octubre de 2020, 780.000 de los 800.000 refugiados que acoge formalmente el país proceden de Afganistán, pero la cifra real, incluyendo a refugiados indocumentados, ronda casi los tres millones.
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El reproche talibán tiene lugar después de la aparición de una serie de vídeos no verificados en los que grupos de jóvenes iraníes propinan palizas a refugiados afganos.
La ONG Amnistía Internacional ha intentado verificar unas imágenes que, de todas formas, se insertan dentro de una tendencia conocida de abusos contra los refugiados de Afganistán, que comenzaron su éxodo del país hace 40 años.
En junio de 2020, la Policía iraní abrió fuego contra un automóvil que transportaba inmigrantes afganos, lo que provocó que estallara en llamas. Tres afganos murieron y cinco resultaron heridos. Las autoridades iraníes aseguraron en su momento que la Policía disparó contra el vehículo porque sospechaban que transportaba drogas e inmigrantes indocumentados.
En mayo de ese año, la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán confirmó «torturas» contra medio centenar de migrantes afganos a manos de las fuerzas de seguridad iraníes en la frontera entre ambos países. Al menos 12 de los migrantes murieron ahogados tras ser arrojados al río Harirod de vuelta a Afganistán. Otros 17 fueron dados por desaparecidos y presumiblemente muertos.