MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
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La organización no gubernamental Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) ha alertado este viernes de la posibilidad de «un horrible derramamiento de sangre y un desplazamiento en masa» ante el aumento de los combates en el este de Ucrania, en el marco de la invasión desencadenada el 24 de febrero por orden del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
«El incremento de la guerra en el este de Ucrania provocará un horrible derramamiento de sangre y un desplazamiento masivo en las regiones orientales, incluidas Lugansk y Donetsk, traumatizando de nuevo a comunidades que han sufrido ya ocho años de hostilidades», ha dicho el secretario general de la ONG, Jan Egeland.
Así, ha subrayado que «en algunos lugares, el aumento (de las hostilidades) podría provocar también que ciudades enteras sean cercadas». «Es descorazonador pensar en los horrores que esta gente tiene que vivir de nuevo y saber que somos incapaces de obtener ayuda vital en muchas zonas afectadas».
«Pedimos un alto el fuego inmediato para detener esta oleada de sufrimiento humano», ha destacado Egeland, quien se encuentra realizando una visita en Ucrania.
El NRC ha hecho hincapié en que muchas zonas del este de Ucrania están ya completamente convertidas en ruinas y ha añadido que hay comunidades en Donetsk y Lugansk son totalmente dependientes de la ayuda huamnitaria debido al colapso de los mercados en esta zona del país.
«Esta semana hemos trabajado con socios locales para entregar ayuda alimentaria de emergencia a personas atrapadas en medio de las hostilidades en múltiples aldeas en el este de Ucrania. Ahora tememos que estas puedan ser las últimas que reciban», ha apuntado Egeland.
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Por ello, la ONG ha reclamado un acceso sin restricciones en esta zona del país y el resto de Ucrania para dar ayuda y ha incidido en que muchos jóvenes han huido hacia el oeste, si bien personas mayores o con discapacidades han quedado atrapadas o se han negado a abandonar sus hogares.
El NRC ha incidido además en el aumento de las necesidades humanitarias en el país tras casi dos meses de guerra y ha reseñado que una cuarta parte de la población ha tenido que huir de sus hogares, con un «trauma masivo» en comunidades completas y niños «aterrorizados ante el más mínimo ruido».
En esta línea, ha argüido que el reciente bombardeo contra la localidad de Leópolis (oeste) demuestra que incluso las zonas consideradas relativamente seguras no lo son y ha recordado que la ciudad es el principal punto de tránsito para los desplazados y refugiados.
«Las familias en Ucrania han estado viviendo un infierno en la tierra durante los últimos dos meses. El aumento de las necesidades humanitarias supera ahora al dinero que ha sido donado generosamente por gobiernos e individuos de todo el mundo. Las agencias de ayuda necesitan financiación más rápidamente para incrementar las operaciones de ayuda y responder ante las crecientes necesidades en el país», ha apostillado Egeland.