MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha otorgado en menos de 24 horas el indulto al diputado Daniel Silveira, condenado este jueves a ocho años y nueve meses de cárcel por amenazas de muerte e incitación a la violencia contra los jueces del Tribunal Supremo.
Silveira, diputado aliado del Partido Laborista Brasileño (PTB, por sus siglas en inglés), ha recibido el perdón de Bolsonaro incluso antes de que pudiera agotar todas las vías para apelar el veredicto, lo que ha generado dudas acerca de la viabilidad del indulto.
El indulto otorgado por Bolsonaro libera a Silveira de recalar en prisión, no sí de la pena de inhabilitación para presentarse a un cargo público durante el tiempo que dure la sentencia. A su vez, deberá también hacer frente a la multa económica de cerca de 192.000 reales (37.800 euros).
Por diez votos a favor, el Tribunal Supremo aprobó condenar a Silveira, ocho de los cuales siguiendo plenamente la resolución del relator del caso Alexandre de Moraes. Solo Nunes Marques apostó por su absolución, detalla el diario ‘O Globo’.
Para De Moraes las declaraciones del aliado de Bolsonaro no están dentro de los límites de la libertad de expresión puesto que no eran más que «mentiras descaradas» y «actividades criminales» con el fin de enviar «un mensaje erróneo» a la población acerca de la fiabilidad de los procesos electorales en Brasil.
«No son palabras en broma, sino graves amenazas», que «instigaban» al pueblo contra las instituciones, ha recalcado el juez De Moraes, quien recordó algunas de estas aseveraciones aquella en la que Silveira aseguró que «el Supremo no existirá, porque no lo vamos a permitir», o que el entonces presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Luís Roberto Barroso, manipuló las elecciones de 2020.
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«La Constitución no garantiza la libertad de expresión como escudo protector para la práctica de actividades ilícitas, para discursos de odio, discursos contra las instituciones», ha zanjado el juez.
La lectura de la sentencia ha estado marcada también minutos antes por los intentos sin éxito de Silveira por acceder junto a uno de los hijos del presidente de Brasil, Eduardo Bolsonaro, a la sala del Tribunal Supremo, a pesar de que las normas por el coronavirus lo impedía. Su abogado, Paulo Faria, tampoco pudo al negarse a presentar la prueba de vacunación obligatoria.
Silveira, antiguo policía militar al que se le acumularon las investigaciones internas por su labor, estuvo varios meses en prisión preventiva después de que el año pasado publicara un vídeo en el que animaba a la población a no reconocer el Supremo y el Congreso, al mismo tiempo que pedía una intervención militar de las instituciones.
Después de ratificar su controvertida decisión, algunos le han recordado a Bolsonaro sus declaraciones poco después de ser elegido presidente, cuando prometió que actuaría duramente contra el crimen y la violencia por lo que indultar criminales sería «lo último» que haría.