La guerra entre Ron DeSantis y Disney parece tener un nuevo round favorable al gobernador de Florida, quien próximamente podrá firmar una ley que terminaría con el distrito autónomo que tiene el gigante del entretenimiento en Orlando.
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La Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley con una votación de 70 a 38, un día después de que la medida fuera aprobada por el Senado estatal. El proyecto de ley disolvería el distrito de 40 millas cuadradas que controla Disney, llamado Distrito de Mejoramiento de Reedy Creek, a partir del 1 de junio de 2023, informó Variety.
Esta votación surgió como un movimiento destinado a tomar represalias por la oposición de la compañía al llamado proyecto de ley “No Digas Gay”.
Disney rechazó la ley propuesta por DeSantis
DeSantis tuvo en la mira los “privilegios especiales” de Disney desde que la compañía anunció su oposición a la ley de Derechos de los Padres en la Educación el mes pasado, en un proyecto de ley que prohíbe la discusión en el aula sobre la identidad de género y la orientación sexual desde el jardín de infantes hasta el tercer grado, y exige que todas las discusiones en los grados posteriores sean “apropiadas para la edad”. Los padres también tienen el poder de demandar a los distritos escolares por presuntas violaciones.
Disney mantuvo su silencio al respecto hasta que sus propios empleados protestaron por no tomar una posición frente a una agenda anti-LGBT. Una vez rechazaron públicamente esa ley, DeSantis respondió que el estado no sería gobernado por la agenda “despertada” de Disney y los acusó de ejercer una influencia indebida sobre la Legislatura durante décadas.
Tendrá un gran impacto financiero en el gobierno
La Legislatura creó el distrito de Reedy Creek en 1967, otorgando a Disney un control casi total sobre la zonificación y los servicios públicos en Walt Disney World Resort y sus otros tres parques temáticos de Orlando. El proyecto de ley se presentó hace apenas dos días y se aprobó sin ningún tipo de análisis de los impactos financieros.
Los condados de Orange y Osceola probablemente tendrían que asumir la responsabilidad de los servicios públicos en el área, mientras que el gobierno también tendría que asumir la deuda del distrito, que actualmente asciende a casi mil millones de dólares.
Scott Randolph, el recaudador de impuestos electo del condado de Orange, tuiteó el miércoles que eliminar el distrito le costaría al condado $163 millones por año en servicios y pagos de deuda.