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Pruebas de que los pterosaurios cambiaban de color

Paleontólogos han descubierto importantes pruebas de que los pterosaurios, parientes voladores de los dinosaurios, eran capaces de controlar el color de sus plumas utilizando pigmentos de melanina.

BOB NICHOLS (Sebastian Carrasco/Europa Press)

MADRID, 20 (EUROPA PRESS)

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Paleontólogos han descubierto importantes pruebas de que los pterosaurios, parientes voladores de los dinosaurios, eran capaces de controlar el color de sus plumas utilizando pigmentos de melanina.

El estudio, publicado en la revista ‘Nature’, ha sido dirigido por las paleontólogas del University College Cork (UCC), en Irlanda, la doctora Aude Cincotta y la profesora Maria McNamara, y el doctor Pascal Godefroit, del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales, con un equipo internacional de científicos de Brasil y Bélgica.

El nuevo estudio se basa en el análisis de un nuevo cráneo fosilizado de 115 millones de años de antigüedad del pterosaurio ‘Tupandactylus imperator’ procedente del noreste de Brasil. Los pterosaurios convivieron con los dinosaurios hace entre 230 y 66 millones de años.

Esta especie de pterosaurio es famosa por su extraña y enorme cresta. El equipo descubrió que la parte inferior de la cresta tenía un borde difuso de plumas, con plumas cortas y peludas y plumas ramificadas y esponjosas.

«No esperábamos ver esto en absoluto –reconoce la doctora Cincotta–. Durante décadas los paleontólogos han discutido sobre si los pterosaurios tenían plumas. Las plumas de nuestro espécimen cierran definitivamente el debate, ya que están claramente ramificadas a lo largo de toda su longitud, como las aves actuales».

El equipo estudió entonces las plumas con microscopios electrónicos de alta potencia y encontró melanosomas conservados, gránulos del pigmento melanina. Inesperadamente, el nuevo estudio muestra que los melanosomas de los distintos tipos de plumas tienen formas diferentes.

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«En las aves actuales, el color de las plumas está fuertemente ligado a la forma de los melanosomas» –explica la profesora McNamara–. Como los tipos de plumas de los pterosaurios tenían diferentes formas de melanosomas, estos animales debían tener la maquinaria genética para controlar los colores de sus plumas. Esta característica es esencial para el patrón de color y demuestra que la coloración era una característica crítica incluso de las primeras plumas».

Gracias a los esfuerzos colectivos de los científicos belgas y brasileños y a las autoridades que trabajan con un donante privado, el extraordinario ejemplar ha sido repatriado a Brasil.

«Es muy importante que fósiles tan importantes desde el punto de vista científico como éste se devuelvan a sus países de origen y se conserven de forma segura para la posteridad –subraya Godefroit–. Estos fósiles pueden ponerse a disposición de los científicos para su estudio y pueden inspirar a las futuras generaciones de científicos a través de exposiciones públicas que celebren nuestro patrimonio natural».

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