MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
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La Comisión Nacional de Salud de China ha anunciado este martes que al menos siete personas han muerto como consecuencia de la COVID-19 en Shanghái, lo que eleva el número de muertos de la ola actual a diez desde el pasado 1 de marzo.
Los fallecidos eran todos ancianos, con edades comprendidas entre los 60 y los 101 años, y padecían una variedad de dolencias, incluido el síndrome coronario agudo, así como enfermedades como diabetes e infarto cerebral, que los descalificaban para vacunarse.
Las autoridades de la ciudad de Shanghái han registrado 20.416 casos nuevos en las últimas 24 horas, lo que supone una caída del 8,2 por ciento respecto al día anterior. Así, hasta 3.084 personas mostraron síntomas, un 21,6 por ciento más que el día anterior, según ha informado el diario ‘South China Morning Post’.
Asimismo, un total de 1.912 pacientes con COVID-19 han sido dados de alta de diferentes hospitales hasta este lunes tras su recuperación, según datos de la Comisión, lo que eleva el número total de personas con alta médica a 153.319, según ha informado la agencia de noticias Xinhua.
La ciudad quedó completamente paralizada el 5 de abril, tras el fracaso de la cuarentena en dos fases a ambos lados del río Huangpu, Pudong y Puxi, en un cierre que ha provocado una grave escasez de alimentos y otros suministros esenciales.
Shanghái registró este lunes 24.000 nuevos contagios de coronavirus en el marco de la eclosión, a principios de marzo, de un enorme brote de la variante ómicron del coronavirus que ha provocado el confinamiento de los 25 millones de habitantes de la ciudad.