MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
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La Cámara de Diputados de México ha aprobado este lunes una iniciativa del presidente, Andrés Manuel López Obrador, para reformar la ley minera con el objetivo de nacionalizar el litio tras el rechazo a la reforma eléctrica, que no alcanzó los dos tercios de los votos necesarios para su aprobación.
Así, las bancadas de los partidos Morena, Movimiento Ciudadano, Partido del Trabajo (PT) y el Verde Ecologista de México (PVEM) han aprobado con 298 votos a favor y 197 abstenciones en contra –de la oposición– esta iniciativa.
En concreto, se amplía el artículo cinco de la ley en el que se establece la exploración, explotación, así como el beneficio y el aprovechamiento del litio y de sus cadenas de valor, tal y como ha informado el diario ‘El Universal’.
La sesión de votación ha estado marcada por fuertes tensiones entre la oposición y los partidarios de esta medida. Mientras los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) abandonaban la sala, la bancada de Morena afirmaba que era un «honor» estar junto al presidente mexicano.
De hecho, antes del debate, el bloque opositor y la bancada de Movimiento Ciudadano habían presentado sendas mociones suspensivas en un intento de frenar el debate y turnar la iniciativa a comisiones, pero ambos recursos han sido rechazados, tal y como ha recogido el diario ‘Milenio’.
De esta forma, se ha aprobado una alternativa a la reforma eléctrica que permite establecer el litio como «un mineral estratégico en el desarrollo industrial y tecnológico» y que autoriza al Estado mexicano su explotación.
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SOBRE LA REFORMA ELÉCTRICA
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha acusado este lunes a los parlamentarios de la oposición de ir contra los intereses nacionales y favorecer los de las empresas extranjeras al rechazar su propuesta de reforma eléctrica.
La Cámara de Diputados de México ha rechazado este fin de semana la iniciativa presentada por López Obrador tras una sesión de más de doce horas en la que el Ejecutivo alcanzó los dos tercios de los votos necesarios para su aprobación. La votación se saldó con 275 apoyos y 223 votos en contra.
En este contexto, el mandatario ha tildado de «muy lamentable» lo ocurrido en el pleno, si bien ha reconocido que «no es extraño». «Un grupo de legisladores que, en vez defender los intereses de la nación, se convirtieron en francos defensores de empresas extranjeras que se dedican a robar y estos diputados respaldaron a los saqueadores», ha criticado.
La reforma pretendía establecer que al menos el 54 por ciento de la energía fuera gestionada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en lugar del 38 por ciento que maneja actualmente, dejando en manos privadas y compañías extranjeras el 62 por ciento del control energético.
La oposición argumentó su rechazo a la reforma en que llevaría a un aumento de las emisiones de gases contaminantes y a un encarecimiento de la electricidad, algo que, sin embargo, el propio presidente de México ha desmentido en varias ocasiones.
Otro de los opositores de la reforma es Estados Unidos. El país vecino ha sostenido que el dictamen podría perjudicar sus inversiones, por lo que planteó al Ejecutivo de López Obrador una serie de requerimientos.