MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
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El Gobierno jordano ha convocado al encargado de negocios israelí en Amán, Sami Abu Janeb, para protestar formalmente por la intervención policial israelí contra fieles musulmanes en la Explanada de las Mezquitas que el viernes se saldó con más de 150 heridos y 400 detenidos. El domingo y el lunes se ha repetido la incursión policial israelí para habilitar la visita de fieles judíos.
En concreto, Jordania ha protestado por la «ilegítima y provocadora» intervención israelí «en la bendita Mezquita de Al Aqsa», tercer lugar sagrado del islam. «Se ha informado al encargado de negocios de la nota de protesta que deberá entregar inmediatamente a su Gobierno y que incluye una petición para que cesen de inmediato los intentos israelíes de cambiar la situación histórica y legal» de la Explanada de las Mezquitas, ha indicado Jordania en un comunicado.
En respuesta, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, ha indicado que Israel «observa con gravedad» los palabras de Jordania que responsabilizan a Israel de la violencia.
Además, Bennett se ha referido sin mencionar a Jordania como tal a las palabras del primer ministro de este país, Bisher al Jasauné, quien ha «elogiado» a los palestinos que «se alzan como un torreón y quienes lanzan piedras a los prosionistas que mancillan la Mezquita de Al Aqsa».
Bennett ha criticado el comportamiento «inaceptable» de «quienes animan a tirar piedras y recurren a la violencia contra ciudadanos israelíes». Tales declaraciones son «un premio para quienes incitan» a la violencia, en referencia al partido-milicia palestino Hamás.
El mandatario israelí ha asegurado que seguirán defendiendo la libertad de todas las religiones y que las fuerzas de seguridad garantizarán la integridad de los ciudadanos israelíes.
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La Explanada de las Mezquitas –tercer lugar santo del islam– descansa en uno de sus laterales sobre el Muro de las Lamentaciones, último vestigio del Templo de Salomón judío que los judíos más radicales pretenden utilizar como parte de un Tercer Templo.
Este año la tensión se ha multiplicado porque el mes santo musulmán del Ramadán coincide con la Pascua judía y la Semana Santa cristiana y sus actos en la ciudad de Jerusalén.
Los no musulmanes tienen reservados unos horarios para visitar la Explanada de las Mezquitas y además tienen prohibido rezar en el lugar, según la normativa israelí. Los musulmanes quieren utilizar el lugar día y noche coincidiendo con el Ramadán, mientras los judíos más radicales han hecho llamamientos a ocupar el lugar durante la Pascua judía.
La Autoridad Palestina ha recordado las recientes resoluciones, como la de la UNESCO de 2016, que ratifican que «la mezquita es una mezquita para los musulmanes»
