La Comisión Europea replica que tiene un «dossier sólido» y notificará en «semanas» el inicio del proceso
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BRUSELAS, 12 (EUROPA PRESS)
La ministra de Justicia de Hungría, Judit Varga, ha puesto en duda este martes que la Comisión Europea pueda actuar ya para bloquear ayudas a su país, tal y como adelantó Bruselas la semana pasada, porque a su juicio el mecanismo de condicionalidad necesario solo puede aplicarse para juzgar la gestión de partidas del nuevo marco presupuestario que el Gobierno de Viktor Orban dice que no ha recibido aún.
«Si Hungría no ha recibido aún ningún dinero ni del nuevo fondo (de recuperación) ni del nuevo marco financiero, ¿cómo podemos estar violando las reglas que se aplican a su gasto?», ha afirmado Varga en declaraciones a la prensa a su llegada a una reunión de ministros europeos en Luxemburgo.
La presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, anunció la pasada semana en el pleno del Parlamento Europeo la activación inminente del proceso formal para aplicar la condicionalidad de los fondos a Hungría, si bien su comisario de Justicia, Didier Reynders, ha matizado este martes que el envío de la carta formal llevará «días o semanas».
Varga ha confirmado que el Gobierno húngaro no ha recibido por el momento ninguna notificación formal y está «a la espera de la carta, que tendrá respuesta tan pronto como la recibamos», si bien ha advertido de las dudas legales que Budapest tiene sobre la capacidad de Bruselas para actuar.
La salvaguarda de la condicionalidad está en vigor desde el pasado 1 de enero y cuenta con el aval del Tribunal de Justicia de la UE, que en febrero rechazó los recursos planteados por Hungría y Polonia para tratar de tumbarla.
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Budapest defiende que, cuando fue negociado por los Veintisiete, quedó «acordado clara y cuidadosamente» que sólo sería efectivo en relación a los nuevos fondos, aunque la Comisión Europea ha evitado este martes aclarar si esta lectura legal del reglamento es correcta.
Preguntado sobre ello al término de la reunión en Luxemburgo, Reynders ha defendido que los servicios comunitarios consideran que tienen un «dossier suficientemente sólido» que le permite enviar la notificación formal, aunque el «marco» que se aplique quedará definido cuando se remita la comunicación formal a Budapest. El Ejecutivo comunitario envió un primer aviso «administrativo» a las autoridades húngaras en noviembre del pasado año pero las respuesta no han resuelto la preocupación de Bruselas, que considera que se dan las condiciones para el segundo paso.
VARGA DEFIENDE EL RESPALDO ELECTORAL
El cuestionamiento de las opciones de Bruselas lo ha expuesto la ministra en declaraciones a su llegada al Consejo de ministros de Asuntos Generales de la UE en Luxemburgo, en donde, en el marco de los debates periódicos sobre la situación del Estado de derecho en cada Estado miembro y que en esta ocasión tenían a Hungría entre los cinco países observados.
Se trata de una discusión general para el examen entre pares e intercambio de buenas prácticas, distinto a los mecanismos con los que la UE está respondiendo a la preocupación por la deriva antidemocrática en Hungría, como los procedimientos de infracción, la activación del artículo 7 que prevé sanciones o la propia condicionalidad para bloquear fondos.
Frente al debate sobre el Estado de Derecho, Varga ha apelado a la necesidad de mostrar «unidad y solidaridad» entre socios en un momento en el que «en la vecindad de Hungría hay una guerra entre Rusia y Ucrania», por lo que ha pedido centrarse en asuntos que no les fracturen.
La ministra húngara ha considerado que las críticas a Budapest son producto de «dobles estándares y estigmatización», al tiempo que ha enarbolado la reciente victoria en las urnas del primer ministro, Viktor Orban, como prueba de que los ciudadanos húngaros son conscientes de las «dudas» de la UE pero «no las comparten».
En todo caso, ha dicho Varga, Hungría «busca amigos, no enemigos», y acude a los debates a Veintisiete con la voluntad de «escuchar con atención cuál es la situación constitucional» de cada Estado miembro y de «aprender de la identidad constitucional y prácticas de cada uno».
Al término del Consejo, Reynders ha confirmado en una rueda de prensa que tras escuchar los argumentos de Hungría en la sala persiste la «preocupación» de Bruselas respecto al respeto de libertades fundamentales en este Estado miembro.