MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
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El Departamento de Estado de Estados Unidos ha ordenado al personal que no es de emergencia, así como a sus familiares, la salida del consulado en Shanghái debido al aumento en los casos de COVID-19 y del impacto de las restricciones relacionadas con la respuesta del Gobierno chino.
Estados Unidos permitió este viernes la salida voluntaria de los empleados que no eran esenciales de su consulado en Shanghái. En este sentido, el Departamento de Estado ha argumentado que el cambio de salida «autorizada» a «ordenada» implica que esta decisión ya no es voluntaria.
«Nuestro cambio de postura refleja nuestra evaluación de que lo mejor para nuestros empleados y sus familias es reducir su número y reducir nuestras operaciones a medida que lidiamos con las circunstancias cambiantes sobre el terreno», ha dicho la Embajada en un comunicado, agregando que «los empleados y familiares partirán en vuelos comerciales».
El personal de la misión de Estados Unidos «seguirá estando disponible las 24 horas del día en toda China para brindar servicios de emergencia a los ciudadanos estadounidenses». Las autoridades estadounidenses han señalado que, cuando las condiciones lo permitan, los servicios para emitir visas permanecerán abiertos al público y se reabrirán las instalaciones del consulado.
«Para los ciudadanos estadounidenses en Shanghái que deseen salir de China, los vuelos comerciales siguen estando disponibles pero son limitados. Estamos comprometidos con el tema del acceso al aeropuerto para viajeros ciudadanos estadounidenses con billetes confirmados», ha dicho la Embajada en el comunicado.
El Departamento de Estado ya lanzó este viernes un advertencia a sus ciudadanos para que reconsideraran viajar a China debido a la «aplicación arbitraria» de restricciones que el Gobierno chino está imponiendo por el brote de COVID-19 que está afrontando el país.
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«El Gobierno de China hace cumplir arbitrariamente las leyes locales, incluida la realización de detenciones arbitrarias e injustas y el uso de prohibiciones de salida de ciudadanos estadounidenses y ciudadanos de otros países sin el debido proceso legal», aseguró el Departamento de Estado en un comunicado.
Según Estados Unidos, China estaría imponiendo estas sanciones para obtener influencia negociadora sobre gobiernos extranjeros, presionar a miembros de las familias para que regresen al país, o incluso obligar a los científicos a que participen en las investigaciones a cargo del Gobierno chino.
Además, el Gobierno estadounidense alertó de que, «en la mayoría de los casos», los ciudadanos solo se enteran de la prohibición cuando intentan salir del país. «No existe un mecanismo o proceso legal confiable para averiguar cuánto tiempo podría continuar la prohibición o impugnarla en un tribunal de justicia», agregó.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China mostró este sábado su desacuerdo con la advertencia que el Departamento de Estado estadounidense realizó este viernes a sus ciudadanos, sugiriéndoles que no viajaran a China por la «aplicación arbitraria» de restricciones contra el coronavirus.
«Expresamos una fuerte insatisfacción y una firme oposición a la acusación infundada de la parte estadounidense sobre la política de prevención de epidemias de China en su declaración, y hemos presentado representaciones solemnes ante la parte estadounidense», detalló el portavoz del Ministerio, Zhao Lijian, en un comunicado.
Actualmente hay cerca de 25 millones de personas en Shanghái bajo confinamiento desde la semana pasada, lo que ha llevado a parte de la población a quejarse de la escasez de alimentos. Sin embargo, Pekín sigue ciñéndose a la estrategia de «tolerancia cero» y está determinado a «aplastar el brote» en la ciudad. Así, ha enviado más de 38.000 trabajadores y 2.000 militares a la zona.
Las autoridades anunciaron a principios de esta semana su decisión de prorrogar de forma indefinida el confinamiento decretado por el repunte de los casos de coronavirus, después de que el lunes llevara a cabo pruebas a sus 26 millones de habitantes.