MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
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El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, ha celebrado una reunión de emergencia de su facción Yamina tras la dimisión de Idit Silman, una diputada de Yamina, que ha provocado la pérdida de la mayoría parlamentaria del Gobierno de coalición.
Los medios de comunicación israelíes han asegurado la atmósfera en la reunión ha sido tensa, con los parlamentarios acusando al primer ministro de descuidar los valores fundamentales de su partido y adoptar un enfoque demasiado centrista desde que asumió el cargo.
Tras este encuentro, el primer ministro ha emitido un comunicado en el que ha asegurado que Idit Silman «fue perseguida durante meses, abusada verbalmente por Netanyahu y Smutrich», asegurando que «estaba rota». Además, ha señalado, sin pronunciarse sobre la dimisión de Silman, que «lo principal es la estabilidad de la coalición».
«Hablé con todos los líderes del partido, todos quieren continuar con este gobierno. Este gobierno está trabajando en nombre de los ciudadanos del país», ha dicho el primer ministro, tal y como recoge el diario ‘The Times of Israel’.
Según ha recogido el Canal 12, el diputado Nir Orbach ha arremetido contra el primer ministro, acusándolo de descuidar la ideología de su partido. «Su uso del término ‘Cisjordania’ (en lugar de Judea y Samaria) es inaceptable», ha dicho, en referencia a unos comentarios de Bennet durante un encuentro con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
El Gobierno de coalición de Israel ha perdido este miércoles la ajustada mayoría con la que contaba en el Parlamento tras la dimisión de Idit Silman, una diputada de Yamina que ha dejado la coalición para sumarse al opositor Likud del ex primer ministro Benjamin Netanyahu.
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Silman, que ha asegurado que trabajará para formar «un nuevo gobierno», ha matizado que su decisión se debe a los «daños causados a la identidad judía en Israel». La coalición, que contaba con 61 diputados de un total de 120, se ha quedado así sin mayoría, lo que supone un duro golpe para el actual Gobierno del primer ministro.
«No voy a seguir permitiendo que se dañe la identidad judía del Estado de Israel y al pueblo israelí. Seguiré tratando de persuadir a mis amigos para que vuelvan a casa y formen un Gobierno de derecha», ha indicado en un comunicado en el que ha insistido en que «se puede formar otro gobierno en esta Knesset». «Sé que no soy la única que se siente así», ha añadido.
Fuentes cercanas al asunto han revelado al diario ‘The Times of Israel’ que Silman no habría informado de antemano a Bennett –que lidera el movimiento Yamina– sobre su decisión. Ahora, el Gobierno únicamente será capaz de aprobar proyectos legislativos con el apoyo de los diputados de la oposición.
Así, el Gobierno queda ahora a expensas de la Lista Árabe Unida, un partido árabe-israelí, si bien tomar decisiones de forma conjunta llevaría a una mayor alineación de los partidos de la coalición hacia la derecha.
Netanyahu no ha tardado en felicitar a Silman, cuya decisión ha calificado de «valiente», y ha instado a otros diputados del actual Gobierno a pasarse «a su bando, donde serán recibidos con total respeto».
«Me he sentido muy conmovido por las palabras de Silman y la felicito en nombre de las masas en Israel que deseaban que llegara este momento», ha dicho antes de instar a otros a «unirse a ella» para «formar un gobierno fuerte que cuide de los ciudades israelíes».