MADRID, 5 abr. (EDIZIONES)-
PUBLICIDAD
Kayley Brown, de 28 años, se encontraba visitando junto a su familia el Kiama Blowhole, una abertura rocosa de 2,5 metros que crea chorros de agua de más de 30 metros. La familia, de desplazó hasta Nuevo Gales (Australia) para contemplar el impactante fenómeno natural.
El padre de Kayley, Stephen, de 62 años, esperaba grabar un enorme chorro de agua en la cámara cuando él y su esposa Annette, fueron abatidos por un enorme chorro de agua que se dirigió a ellos a gran velocidad.
A pesar de que Annette se cayó al ser golpeada por el chorro de agua, tanto ella como Stephen y su perro resultaron ilesos. «No esperaban que fuera tan grande; a mi padre le salpicó la cara y mi pobre madre no estaba agarrada a la barandilla, así que el enorme chorro de agua la hizo caer», narró Kayley.