BARCELONA, 5 (EUROPA PRESS)
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El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha descartado este martes ceder a Aragón alguna de las pruebas de la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 que el acuerdo técnico ha adjudicado a Cataluña: «No modificaremos las sedes de las pruebas».
En rueda de prensa posterior al Consell Executiu, ha defendido que el acuerdo de distribución de pruebas es «bueno» y equilibrado entre Cataluña y Aragón, y ha recalcado que no contempla que se modifique este pacto.
Aragonès ha sostenido que no hay un problema entre la Generalitat y el Gobierno de Aragón, sino que hubo un consenso en la comisión técnica en la que también participa el Comité Olímpico Español (COE) y el Gobierno central, y el Gobierno de Aragón se desmarcó: «No es un tema de que nos peleemos dos».
El presidente catalán ha dicho que no tiene previsto hablar con el presidente aragonés, Javier Lambán, y ha afirmado que no le corresponde a él decir si tiene que haber una reunión, después de que el jefe del Ejecutivo de Aragón plantara a Aragonès en el encuentro que tenían previsto en enero.
Al ser preguntado por si ve posible que la Generalitat acoja los JJ.OO. si Aragón se acaba descolgando del proyecto, ha rechazado avanzar escenarios porque asegura que no se está en este punto: «No entraré en especular en soluciones alternativas».
«EXCELENTE OPORTUNIDAD»
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Aragonès ha reivindicado que el proyecto de los Juegos Olímpicos es una «excelente oportunidad» para las comarcas del Pirineo y ha subrayado la necesidad de escuchar la voz de la ciudadanía en la consulta del 24 de julio para que la población se implique y acabe siendo un proyecto colectivo.
Para él, es necesario que un proyecto como este cuente con el aval de la ciudadanía de las comarcas que acogerán los Juegos Olímpicos, y ha confiado en que la población de estos territorios apoyarán la candidatura.
Preguntado por las críticas del Gobierno a la consulta, el presidente catalán ha contestado que la ciudadanía se debe poder pronunciar y que el Parlament ha aprobado en tres ocasiones la necesidad de hacer esta votación: «Las consultas son buenas para la democracia».
Sobre si el 24 de julio es la mejor fecha, en un contexto de críticas por tratarse de un día en el que parte de la población estará de vacaciones, el presidente catalán ha asegurado que la fecha está fijada por la Ley de consultas no referendarias, que establece que deben pasar 90 días desde el inicio del procedimiento, y ha afirmado que no podían esperar hasta septiembre.