La moción de censura contra el mandatario está más cerca que nunca de prosperar tras perder el apoyo de un aliado crucial
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MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El Gobierno paquistaní ha informado este viernes de que reforzará las medidas de protección al primer ministro del país, Imran Jan, después de que las agencias de seguridad del país identificaran esta semana un posible intento de asesinato contra el mandatario; todo ello medio de la tensión política que se respira en el país por la moción de censura que pesa sobre él.
«Las agencias de seguridad han informado que ha salido a la luz un complot para asesinar al primer ministro Imran Jan. Tras estas informaciones recibidas, la seguridad del primer ministro se ha reforzado por decisión del Gobierno», ha anunciado este viernes el ministro de Información, Fawad Chaudhry, en su cuenta de Twitter.
El primer ministro es el objetivo de una moción de censura presentada por la oposición y que será sometida a debate en el Parlamento este domingo, una semana después de las multitudinarias concentraciones organizadas tanto por el propio mandatario y su partido, el Movimiento por la Justicia de Pakistán (PTI) como por la oposición, reunida bajo la gran alianza Movimiento Democrático de Pakistán (MDP).
Los críticos del primer ministro le acusan de haber hundido la economía del país y de someterse a los designios de las poderosas Fuerzas Armadas, uno de los grandes actores políticos del país desde su independencia del Raj británico en 1947. Por contra, Jan señala que la persecución contra su figura se debe a las investigaciones de corrupción que lidera contra algunos de los grandes iconos del MDP, como el exprimer ministro del país Nawaz Sharif o el expresidente Asif Zardari.
Tras las grandes concentraciones del fin de semana, el Gobierno paquistaní ha dedicado los últimos días a denunciar una «conspiración internacional» para derrocar al primer ministro usando como punta de lanza a los dos grandes partidos opositores del país, la Liga Musulmana de Pakistán – Nawaz, el partido de Sharif, y el Partido Popular de Pakistán que preside Zardari.
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El jueves, y durante un discurso de una hora ante la nación, Jan mencionó una «carta» –a la que ya hizo alusión durante la concentración de apoyo que organizó el domingo en Islamabad– que contenía «pruebas de la existencia de una conspiración extranjera» en su contra.
El primer ministro explicó que un país «extranjero» –que primero ha identificado con Estados Unidos para después rectificar– remitió una carta «a Pakistán» en la que mostraba «saber» acerca de la moción de censura en su contra antes de que fuera presentada por la oposición en la Asamblea Nacional.
«Esto significa que ellos (la oposición) estaban en contracto con personas del extranjero antes de que esto pasara», ha señalado, antes de remarcar que «lo interesante» es que la conspiración supuestamente detallada en el documento «no se centra en el liderazgo de Pakistán o el Gobierno, sino solamente contra Imran Jan», indicó el mandatario, sin dar más detalles.
El desliz de Jan fue desmentido inmediatamente por portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, quien negó absolutamente cualquier acusación contra su país. «Estamos siguiendo de cerca los acontecimientos en Pakistán, y respetamos, apoyamos el proceso constitucional de Pakistán y el estado de derecho. Pero cuando se trata de esas acusaciones, no hay verdad en ellas», ha afirmado.
Todo ello ocurre en un momento en que la moción de censura está más cerca que nunca de fructificar después de que el gran aliado del PTI, el nacionalista Movimiento Muttahida Qaumi (MMQ), certificara su distanciamiento del Gobierno y pasara a respaldar la moción, tal y como anunció su líder, Faisal Subzwari.
Con este anuncio, el MMQ suma sus siete escaños a la alianza opositora, que contaría con 177 diputados a favor del cese del primer ministro, cinco más que la mayoría simple de 172 escaños necesaria para que prospere la petición.