MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha descartado este viernes cualquier posibilidad de variaciones en la propuesta de reforma eléctrica, tras la reunión que mantuvo el jueves con el comisionado especial para el cambio climático de Estados Unidos, John Kerry, asegurando que «se queda como está».
López Obrador ha explicado que la reforma constitucional eléctrica «se queda como está» porque además incluye la principal «preocupación» que ha mostrado Washington al respecto, «lo de la transición energética», según ha contado en su comparecencia matutina de este viernes ante los medios en el Palacio de Gobierno.
«Al parecer se sintieron atendidos y satisfechos», ha destacado el presidente mexicano, quien ha rechazado las afirmaciones de que esta iniciativa no solo fomentaría las energías contaminantes, sino también la nacionalización de empresas.
«No es cierto que no nos importe producir energía solar, eólica, con agua en las hidroeléctricas, estamos haciendo un gran esfuerzo porque ya no vamos a crear ninguna planta que produzca energía con carbón», ha remarcado, informa ‘La Jornada’.
«Toda la campaña en contra se ha desarrollado a partir de que nosotros queremos tener plantas que producen energía sucia y que no estamos aceptando la nueva realidad (…) Todo eso es falso», ha zanjado.
«Estamos en condiciones de apoyar la transición energética de la industria automotriz norteamericana en México, aportándole la energía limpia que requiera», ha dicho López Obrador, quien ha insistido en el interés de su Gobierno en seguir teniendo buenas relaciones con el Gobierno de Estados Unidos.
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«Estamos dispuestos a atender a las empresas del sector energético sin actuar de manera injusta y arbitraria. Existe disposición al diálogo, no queremos dejar de tener buenas relaciones con el Gobierno y las empresas de Estados Unidos», ha enfatizado López Obrador.
«Es imprescindible y benéfica la integración económica y comercial entre las dos naciones», pero, «con respeto a nuestras soberanías y sin aceptar actos ilegales, influyentismo (sic) y corrupción», ha matizado el presidente mexicano.
La buena sintonía entre ambas partes no ha sido suficiente para que el Gobierno mexicano aceptase la propuesta estadounidense de una iniciativa para «vigilar» el desarrollo de esta propuesta energética, que tendrá que ser debatida los próximos días en el Congreso.
«Hay una gran diferencia entre comunicarnos a imponer un grupo para vigilarnos, observarnos, eso pues no lo permite nadie. A lo mejor en otros tiempos, gobiernos sumisos, entreguistas, pero ya son otros tiempos», ha dicho López Obrador, quien, parafraseando a su homólogo estadounidense, Joe Biden, ha apuntado «respeto a la soberanía, siempre, ni patio trasero ni patio delantero».
«Es como si yo voy a Estados Unidos y le propongo al presidente Biden que reduzca el precio de las gasolinas por decreto. Con razón me diría ‘y tú que te metes, deja de estar de zalamero'», ha conjeturado.