Resalta que lo entregado es «una gota en el océano» entre el cruce de acusaciones entre el Gobierno y el TPLF
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MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha destacado este viernes que la entrega de ayuda humanitaria en la región etíope de Tigray (norte) sigue siendo limitada, después de que el Gobierno y el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) intercambiaran acusaciones sobre este punto tras declarar la semana pasada un cese de hostilidades.
La portavoz del organismo en Etiopía, Fatima Sator, ha dicho en declaraciones a la cadena de televisión británica BBC que lo que se ha podido entregar hasta ahora supone «una gota en el océano» de las necesidades humanitarias, ahondadas por el conflicto que estalló en noviembre de 2020.
El CICR ha tenido permiso para entregar suministros médicos desde enero, tras meses de restricciones, si bien ha destacado que ninguno de sus camiones han podido entrar en la región debido a que las carreteras siguen sufriendo «problemas de seguridad y acceso».
En total, durante los últimos tres meses han llegado a Tigray 38 vuelos con suministros médicos, si bien la escasez de este material ha llevado a los doctores de la región a reutilizar guantes y otro equipamiento para poder seguir atendiendo a los pacientes, según ha recalcado Sator.
El Gobierno etíope afirmó el miércoles que Adís Abeba «ha llevado a cabo una serie de acciones» para entregar ayuda humanitaria en la región y lamentó que «no ha podido lograr la cooperación de la otra parte», antes de acusar al TPLF de forzar el cierre de la carretera de Abala e impedir el paso de ayuda humanitaria.
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Por su parte, el TPLF resaltó que ha estado cumpliendo su parte y acusó a Adís Abeba de no entregar ayuda. «Las autoridades etíopes siguen saturando las ondas con afirmaciones falsas sobre la entrega a diario de ayuda humanitaria a Tigray», manifestó el grupo.
Por ello, pidió «la entrega de suficiente ayuda humanitaria sin más retrasos» y «el fin de las afirmaciones mendaces sobre la entrega de ayuda a Tigray». En esta línea, solicitó a la comunidad internacional «el fin de los juegos de palabras» y «presionar de forma suficiente al régimen» para que permita la entrega de ayuda sin restricciones.
El conflicto en Etiopía estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el primer ministro, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo.
El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.
ORDEN DE LIBERAR A PERIODISTAS
Por otra parte, el Tribunal Supremo de Etiopía ha ratificado la orden dada por un tribunal de primera instancia para liberar bajo fianza a dos periodistas de la agencia estadounidense Associated Press (AP) detenidos hace cuatro meses, sin que hasta ahora hayan sido imputados.
El tribunal de primera instancia falló a favor de liberar al periodista Amir Aman y al camarógrafo Thomas Engida tras el pago de una fianza de 60.000 birrs (cerca de 1.050 euros) cada uno, si bien la Policía presentó una apelación, según ha recogido el diario etíope ‘Addis Standard’.
Así, la Policía había pedido otros catorce días de plazo para investigar a los periodistas, acusados de recibir dinero para promocionar al grupo rebelde Ejército de Liberación Oromo (OLA), declarado por Adís Abeba como una organización terrorista, si bien el Tribunal Supremo ha rechazado la apelación.
Los periodistas fueron detenidos en noviembre de 2021 mientras cubrían la violencia en la región de Oromía y hasta el momento no han sido liberados, según ha dicho su abogado, Melkamu Ogo, en declaraciones concedidas a la cadena de televisión británica BBC.
En este sentido, el abogado ha apuntado que la Policía aún podría presentar una nueva apelación que retrasara su liberación. Por su parte, el hermano de Amir ha aplaudido el fallo del Supremo y ha mostrado su deseo de que «la Policía respete el veredicto y sean liberados».