SALAMANCA, 30 (EUROPA PRESS)
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El dirigente opositor venezolano Leopoldo López ha defendido que «todo el camino que se haga hacia un entendimiento» entre Estados Unidos y Venezuela «tiene que tener como principal objetivo lograr elecciones libres» en su país, y ha añadido que es «poco ético» plantearse cualquier opción en la que «se sacrifique la libertad por el petróleo».
Así lo ha señalado en un encuentro con los medios de comunicación en Salamanca, antes de participar en las jornadas ‘Enseñar educando’ en el Colegio San Agustín, donde ha hablado de «libertad» a los escolares presentes en el centro educativo.
Previamente, en respuesta a los medios sobre los movimientos de las últimas semanas desde Washington, el político ha reseñado que «allí hay una posición muy clara», pues «cualquier acercamiento tiene que ver con la posibilidad de que se llegue a un acuerdo hacia unas elecciones libres en Venezuela, ha sido la posición que han planteado claramente los representantes de los Estados Unidos».
«Han insistido claramente en la disposición de poder acercar posiciones siempre y cuando haya una ruta muy clara hacia unas elecciones libres en Venezuela, de lo contrario no debería haber ningún tipo de acercamiento», ha añadido.
«No podemos hacer un trueque, un intercambio de petróleo por libertad», ha continuado el activista venezolano respecto a este asunto, sobre el que ha hecho hincapié en que «es poco ético plantearse para los venezolanos que se sacrifique la libertad por el petróleo», que está «controlado, abusado, robado» por la «dictadura».
Leopoldo López ha destacado que el régimen venezolano está en manos de Nicolás Maduro, al que ha calificado de «criminal» y del que ha dicho que ha impuesto «un modelo autoritario, corrupto y que ha negado los derechos a todos y cada uno de los venezolanos».
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No obstante, ha insistido en su convencimiento de que el cambio «va a llegar», porque es «lo que quiere la inmensa mayoría» de sus ciudadanos, aunque ha reconocido que se alcanzará «no sin superar obstáculos».
En este acto, dentro de «un mundo convulsionado», en el que la situación de su país ha pasado a ser «parte del paisaje común»; ha remarcado que siete millones de personas han sido «expulsados» de Venezuela, donde «la tragedia sigue» con datos como que tres de cada cinco niños están creciendo en desnutrición y que el 90 por ciento de la población vive en estado de pobreza, dentro de una situación en la que «la realidad solo ha empeorado».