MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Al menos tres personas, entre ellas un niño, han muerto en unos enfrentamientos registrados en el campamento de desplazados de Al Hol, en el noreste de Siria, durante una operación para detener a un supuesto miembro de Estado Islámico que planeaba un atentado suicida.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha señalado que las fuerzas de seguridad kurdas llevaron a cabo una operación en una sección del campo, ubicado en la provincia de Hasaka, y arrestaron a un presunto terrorista suicida antes de que se inmolara.
La operación desencadenó unos enfrentamientos armados en el lugar entre las fuerzas kurdas y células del grupo yihadista que se han saldado con la muerte de un presunto terrorista, una mujer y un niño, según el citado organismo.
Fuentes citadas por el Observatorio, que tiene sede en Londres y cuenta con informantes en el país, han resaltado que fuerzas de la coalición internacional encabezada por Estados Unidos se han desplazado a Al Hol y han impuesto un toque de queda.
La seguridad del campamento recae sobre las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), cuyo componente principal son las Unidades de Protección Popular (YPG), que han protestado en numerosas ocasiones por la falta de apoyo para hacer frente a esta situación, marcada por incidentes de seguridad, ataques e intentos de fuga durante los últimos meses.
El Consejo Democrático Sirio (CDS) –brazo político de las FDS– y la Administración Autónoma para el Norte y el Este de Siria (AANES) llevan años pidiendo ayuda para controlar la situación en el campamento de Al Hol y otros campamentos similares tras la caída del ‘califato’ de Estado Islámico, tanto por motivos humanitarios como de seguridad.
En este sentido, la organización no gubernamental Save the Children reclamó la semana pasada acelerar la repatriación de niños del campamento y alertó de que serían necesarios 30 años para finalizar este proceso en Al Hol y el campamento de Roj al ritmo actual, en medio de las denuncias sobre el deterioro de la situación en estas instalaciones.
Las FDS, apoyadas por la coalición internacional que lidera Estados Unidos, tomaron en marzo de 2019 la ciudad siria de Baghuz (este), lo que supuso la caída del califato territorial de Estado Islámico, que perdió así todas las zonas que controlaba en Siria e Irak, tras su derrota en este país en diciembre de 2017.