MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida ha inaugurado este lunes un monolito en homenaje a la piloto María de Villota en la calle Melquíades Biencinto de Puente de Vallecas, frente a la parroquia San Ramón Nonato, donde la deportista está enterrada.
Además del alcalde y los padres de la piloto, también han rendido homenaje a su memoria la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Andrea Levy, y el concejal del distrito, Borja Fanjul, además de representantes de los grupos municipales, familiares y miembros de la Fundación María de Villota.
La colocación de este monumento fue aprobada por unanimidad en el Pleno del distrito de Puente de Vallecas de noviembre de 2018. El diseño, elegido por la familia de la piloto y por miembros de la fundación que lleva su nombre, incluye un monolito en granito de 1,60 metros de altura coronado por una placa en la que aparece la estrella roja de la suerte diseñada por la propia piloto, imagen de sus proyectos solidarios, y una frase de Villota: «Deseo que, sin pasar por un accidente como el mío, podáis sentir la alegría de estar vivos y disfrutar del regalo de la vida».
Martínez-Almeida destacó «el ejemplo y la inspiración de personas como María». «Demostró que, a pesar de todas las adversidades, dentro de todos y cada uno de nosotros tenemos la capacidad para poder superarlas», indicó. «María ejemplificó con su vida, con una extraordinaria carrera deportiva, además de ser una mujer pionera y una mujer que debe servir de inspiración desde el punto de vista de la grandeza humana», prosiguió.
De Villota, fallecida el 11 de octubre de 2013, fue pionera en el automovilismo español. En 2011 se convirtió en la primera española en pilotar un Fórmula 1 y en 2012 consiguió romper un periodo de 25 años sin representación femenina en la categoría reina, incorporándose como piloto de pruebas.
Entre sus múltiples reconocimientos, en 2008 fue nombrada embajadora del Día de la Mujer para la Comunidad de Madrid y en 2009 y 2010 recibió el Premio Silvestre del año y el Premio Siete estrellas de la Comunidad de Madrid, respectivamente.
Su compromiso como embajadora contra la violencia de género continuó al aceptar el cargo de embajadora de la Comisión de la Mujer de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) en junio de 2010.
Tras la recuperación del grave accidente sufrido en 2012, se comprometió con diversas causas sociales, siendo la madrina de la Fundación Ana Carolina Díez Mahou, cuya misión se basa en mejorar la vida de niños con enfermedades neuromusculares y mitocondriales, y con el Comedor Social San José, cuya actividad forma parte del ‘Legado María de Villota’.
Poco a poco retomó el contacto con el mundo del motor, trabajando por la seguridad vial en carretera y formando parte de la Comisión de Pilotos de la FIA. Tras su fallecimiento, le fue otorgada la distinción de la Real Orden del Mérito Deportivo a título póstumo.