MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
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El embajador de Buena Voluntad de UNICEF Orlando Bloom ha estado en Moldavia para encontrarse con niños y familias que han huido de la guerra en Ucrania como refugiados.
Durante su estancia de dos días, Bloom ha visitado el Punto Azul de Palanca, al suroeste de Moldavia, apoyado por UNICEF. Allí, mujeres y niños paran para descansar y recibir apoyo mientras cruzan la frontera desde Ucrania en busca de seguridad.
«Conocí a una madre que llegaba al cruce fronterizo con sus tres hijos pequeños. Me contó que había huido de Ucrania la noche anterior, después de que cayera una bomba en casa de sus vecinos. Les daba demasiado miedo quedarse», relata Bloom.
Según asegura, fue «desgarrador» ver a esta y otras familias llegar a la frontera «tras largos viajes, con solo unas pocas pertenencias y sin saber dónde terminará su trayecto».
UNICEF y ACNUR, en alianza con gobiernos y organizaciones de la sociedad civil, han establecido tres Puntos Azules en tres rutas clave de refugiados en Moldavia.
Estos espacios integrales proporcionan información a las familias en tránsito, ayudan a identificar a niños no acompañados y separados, y garantizan su protección frente a la explotación.
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Desde el comienzo de la guerra el pasado 24 de febrero, más de 1,8 millones de niños han huido de Ucrania, y cientos de miles de ellos han cruzado a Moldavia.
Muchos refugiados continúan su viaje hacia otros países, mientras casi 100.000 –la mitad de ellos, niños– se han quedado en Moldavia con familias de acogida, voluntarios o en centros de refugiados gestionados por el gobierno.
«La amenaza urgente y muy real para los niños de Ucrania refugiados aumenta cada día. Los niños que viajan solos son especialmente vulnerables a la trata y explotación durante sus largos y duros viajes», asegura la representante de UNICEF en Moldavia, Maha Damaj.
Durante su viaje, Bloom ha conocido a niños y familias en el centro de refugiados Moldexpo en Chisinau, uno de los más de 100 centros en Moldavia donde los refugiados pueden dormir, acceder a información médica y legal y tomar algo de comida caliente antes de continuar su viaje.
En ese centro, Bloom se ha reunido con una familia de cinco personas que habían huido de Ucrania a principios de semana con la ropa que llevaban puesta y una pequeña cantidad de dinero. Después de llegar a Moldavia y pasar cinco noches en Moldexpo, una familia local se ofreció a hospedarlos hasta que completaran los trámites para seguir su camino.
«Muchas familias y niños con los que he hablado no solo han dejado sus hogares, sino también sus escuelas, amigos, familiares y casi todo lo que tienen. Como padre, no puedo imaginar el malestar y la confusión que deben sentir», ha añadido Bloom, quien también visitó el este de Ucrania con UNICEF en 2016.
UNICEF ha advertido recientemente sobre el creciente riesgo de trata y explotación. En respuesta a esto, UNICEF y sus aliados están ampliando los llamados ‘Puntos Azules’ en los países de acogida, entre ellos Moldavia, Polonia, Rumanía y Eslovaquia, y están pidiendo a los gobiernos de la región que implementen medidas para mantener a los niños seguros.