MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
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Ryugu, así como asteroides similares apilados en escombros, podrían ser, de hecho, restos de cometas extintos, sugiere una nueva teoría respaldada por un modelo físico relativamente simple.
La sonda espacial japonesa Hayabusa 2 ha visitado este asteroide –descubierto en 1999–, llegando a orbitario en julio de 2018, y trajo de vuelta una cápsula con muestras de su superficie el 5 de diciembre de 2020.
Los cometas son pequeños cuerpos que se forman en las regiones exteriores más frías del sistema solar. Se componen principalmente de hielo de agua, con algunos componentes rocosos (escombros) mezclados. Si un cometa ingresa al sistema solar interior, el espacio delimitado por el cinturón de asteroides «antes» de Júpiter, el calor de la radiación solar hace que el hielo se sublime y escapar, dejando atrás escombros rocosos que se compactan debido a la gravedad y forman un asteroide de pila de escombros.
Este proceso se ajusta a todas las características observadas de Ryugu, afirma el profesor asociado Hitoshi Miura de la Universidad de la Ciudad de Nagoya, Japón: «La sublimación del hielo hace que el núcleo del cometa pierda masa y se encoja, lo que aumenta su velocidad de rotación. Como resultado de este giro, el núcleo del cometa puede adquirir la velocidad de rotación requerida para la formación de una forma de peonza. Además, se cree que los componentes helados de los cometas contienen materia orgánica generada en el medio interestelar. Estos materiales orgánicos se depositarían en los escombros rocosos que quedan a medida que el hielo se sublima».
Para probar su hipótesis, el equipo de investigación realizó simulaciones numéricas utilizando un modelo físico simple para calcular el tiempo que tardaría el hielo en sublimarse y el aumento en la velocidad de rotación del asteroide resultante debido a ello.
Los resultados de su análisis sugirieron que Ryugu probablemente pasó algunas decenas de miles de años como un cometa activo antes de moverse hacia el cinturón interior de asteroides, donde las altas temperaturas vaporizaron su hielo y lo convirtieron en un asteroide de escombros. Estos hallazgos se publican en The Astrophysical Journal Letters.
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En general, este estudio indica que los objetos de pila de escombros en forma de peonza con alto contenido orgánico, como Ryugu y Bennu (el objetivo de la misión OSIRIS-Rex) son objetos de transición cometa-asteroide (CAT). «Los CAT son objetos pequeños que alguna vez fueron cometas activos pero que se extinguieron y aparentemente no se pueden distinguir de los asteroides», explica Miura. «Debido a sus similitudes con los cometas y los asteroides, los CAT podrían proporcionar nuevos conocimientos sobre nuestro sistema solar».
Con suerte, los análisis de composición detallados de las muestras de Ryugu y Bennu arrojarán más luz sobre estas cuestiones.