MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
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La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) ha demandado revisar los planes hidrológicos y han advertido de que la producción de los alimentos se encuentra «amenazada» por una planificación «totalmente desenfocada», por lo que han pedido retomar las inversiones en obras hidráulicas y una mayor inversión para reforzar la lucha contra el cambio climático y mitigar algunos de sus efectos, como las inundaciones y las sequías.
Así lo ha asegurado este domingo el presidente de Fenacore, Andrés del Campo, que se ha movilizado en Madrid junto a ASAJA, COAG, UPA, Cooperativas Agro-alimentarias de España, Oficina Nacional de la Caza (ONC), Real Federación Española de Caza (RFEC), Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL) o Alianza Rural, para protestar por el señalamiento y la discriminación que sufre el regadío en la agenda del Gobierno.
«Demandamos un proceso de planificación hidrológica, necesitamos agua garantizada, ahora está ideologizada porque el extremismo ecologista se ha considerado prioritario sobre las demandas de agua. Si queremos una agricultura de futuro, se necesita una planificación basada en esas obras de regulación, embalses trasvases y modernización de regadío y biotecnología», ha manifestado Andrés del Campo.
La Federación sostiene que la nueva planificación sería aprobada en primavera sin haber considerado las alegaciones ni la valoración experta del regadío: un sector al que no se ha tenido en cuenta pese a aglutinar al 70 por ciento de los usuarios del agua.
Asimismo, en el marco de la manifestación, Fenacore ha reclamado retomar las inversiones en obras hidráulicas para mitigar los efectos del cambio climático, como las inundaciones y las sequías, «que este año provocarán pérdidas millonarias en el campo».
Por ello, la organización pidió, el pasado jueves, acelerar la tramitación de pozos y balsas, al considerar insuficientes las ayudas aprobadas por valor de 450 millones de euros en el Real Decreto-ley por el que se adoptan medidas de apoyo al sector agrario por causa de la sequía. Entre otras medidas, la Federación propuso abaratar hasta los 0,30 euros el agua de las desaladoras.
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Así pues, los regantes han avisado que las tarifas eléctricas pueden provocar un electroshock en el campo y de que la asfixia provocada por el encarecimiento superior al 120% desde 2008 amenaza la supervivencia de muchos cultivos. Además, ha insistido en un IVA reducido del diez por ciento para el suministro de energía al regadío, lo que ayudaría a los agricultores a abaratar un 30 por ciento su factura eléctrica, siempre y cuando la medida se acompañara de la posibilidad de contratar dos potencias eléctricas al año.
En este sentido, los regantes lamentan que si aún no pueden disfrutar de la doble potencia es por la inacción del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), a quien incumbe el desarrollo reglamentario de esta disposición y frente al que ha concluido una manifestación que ha congregado a más de 200.000 personas.
«Gracias a nuestra aportación al crecimiento económico y a la creación de empleo, el regadío podría considerarse un aliado indispensable para reconstruir nuestro país, vertebrar los territorios y evitar la muerte de la España rural. Nuestro sector es determinante para adaptar la agricultura a nuestros tiempos. Pero la gestión del agua está contaminada políticamente. Hay que alejarnos de guerras partidistas y buscar el bien común», ha concluido Andrés del Campo.