MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
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Los ciudadanos británico-iraníes Nazanin Zaghari-Ratcliffe y Anoosheh Ashouti han aterrizado este miércoles en Omán como paso previo a su vuelta a Reino Unido tras un acuerdo entre ambos gobiernos para su liberación.
Así lo ha anunciado el ministro de Exteriores de Omán, Badr Albusaidi, quien ha detallado que ambos ciudadanos han aterrizado en el país «sanos y salvos» y ha puesto en valor el «arduo trabajo y la buena fe» de Teherán y Londres para hacer esto posible.
«Pronto estarán con sus seres queridos en casa. Esperamos que este resultado traiga más avances en el diálogo entre las partes», ha manifestado Albusaidi en sus redes sociales.
Por su parte, la ministra de Exteriores de Reino Unido, Liz Truss, ha agradecido la labor de los «amigos omaníes» para «asegurar la liberación» de estos dos ciudadanos británico-iraníes.
Zaghari-Ratcliffe y Ashouti han sido liberados por Irán y este mismo miércoles ya se encontraban en el aeropuerto de la capital del país, Teherán, de cara a su vuelta a Reino Unido. El primer ministro británico, Boris Johnson, ha celebrado la liberación de ambos y ha criticado su «injusta detención».
Previamente, el ‘premier’ había explicado que las conversaciones para la liberación de los ciudadanos británicos con doble nacionalidad han estado en marcha «desde hace mucho tiempo». Estas conversaciones tuvieron lugar después de que un tribunal iraní desestimara en octubre de 2021 el recurso presentado contra una segunda sentencia de cárcel impuesta a la activista Zaghari-Ratcliffe.
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El caso estaría vinculado al impago por parte de Reino Unido de una deuda histórica con Irán por 400 millones de libras (unos 473 millones de euros). Londres asegura que las sanciones a Irán impiden que se haga el pago por el reembolso de los fondos abonados por la compra de carros de combate Chieftain antes de la Revolución Islámica de 1979 y que nunca fueron entregados.
Zaghari-Ratcliffe, de 44 años y colaboradora de la Thomson Reuters Foundation, fue puesta en libertad vigilada en marzo tras cumplirse los cinco años en prisión a los que fue condenada por cargos de conspiración y espionaje. Sin embargo, poco después fue imputada con nuevos cargos de propaganda contra la República Islámica por participar en 2009 en una manifestación frente a la Embajada iraní en Londres y realizar declaraciones al servicio en persa de la BBC.
Por su parte, el empresario Ashouti fue arrestado en agosto de 2017 cuando viajó al país para visitar a su madre y fue condenado en 2019 a doce años de cárcel por cargos de espionaje a favor de Israel y corrupción.