MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
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Al menos trece gendarmes burkineses murieron el domingo en un ataque perpetrado por personas armadas no identificadas entre las localidades de Taparko y Touguri, en el norte del país, según han confirmado este lunes las autoridades del país africano.
La Gendarmería Nacional burkinesa ha indicado que los agentes eran parte de «una misión de escolta» en el eje entre Dori y Kaya para «dar apoyo a víctimas de la explosión de un vehículo de transporte público que pisó un artefacto explosivo improvisado».
«A la vuelta de su misión, en torno a las 15.30 horas (hora local), el mismo equipo fue objetivo de una emboscada tendida por hombres armados», ha señalado en un comunicado, según ha recogido la agencia estatal burkinesa de noticias, AIB.
Así, ha detallado que «la respuesta de los gendarmes permitió repeler el ataque», si bien ha confirmado que «se lamentan trece muertos y cinco heridos». «Hay una ofensiva en marcha y se dará posteriormente un balance exhaustivo», ha agregado.
Por último, ha trasladado sus «sinceras condolencias» a los familiares de las víctimas y a la totalidad de los miembros de la Gendarmería, al tiempo que ha pedido a estos últimos «confianza y determinación» para llevar a cabo «la misión de dar seguridad a las poblaciones en el territorio nacional».
Horas antes, fuentes de seguridad citadas por el portal burkinés de noticias Infowakat habían indicado que los gendarmes cayeron en una emboscada en la zona y agregaron que otros diez gendarmes han sido dados por desaparecidos, por lo que no se descarta que el número de víctimas mortales pueda aumentar en las próximas horas.
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Por el momento no hay reclamación de la autoría del ataque. El país africano ha experimentado en términos generales un aumento significativo de la inseguridad desde el año 2015, lo que ha provocado una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.
Los ataques, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y ha hecho que florezcan los grupos de autodefensa, a los que el Gobierno burkinés ha sumado a ‘voluntarios’ para que ayuden en la lucha antiterrorista.