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Ucrania.- MSF alerta de que el asedio que sufren los ucranianos de Mariúpol afecta a su salud física y mental

MADRID, 11 (EUROPA PRESS)

La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) ha alertado de que el asedio que sufre la población de la ciudad ucraniana de Mariúpol por parte de las fuerzas rusas tiene un impacto directo en la salud física y mental de los ciudadanos del lugar.

La responsable de emergencias de MSF, Kate White, ha puesto de manifiesto las consecuencias que puede tener este asedio sobre los civiles, que se ven desprovistos de alimentos, medicamentos y agua. Este último elemento es uno de los que más preocupa a la organización, pues ha apuntado que los ucranianos de Mariúpol tienen que recurrir a consumir agua contaminada, lo que puede provocar diarreas que lleven a una mayor deshidratación.

Además, la población de la ciudad portuaria, ubicada a orillas del mar de Azov, vive en condiciones de hacinamiento y, por tanto, no se pueden garantizar las condiciones básicas de higiene, dando lugar así a posibles enfermedades respiratorias o brotes de coronavirus.

MSF ha mostrado su preocupación por la propagación de enfermedades en estas condiciones, especialmente el cólera. La ciudad ya registró en 2011 un brote, por lo que el organismo está convencido de que la bacteria que provoca la enfermedad «está presente en la región».

AFECCIÓN A LA SALUD MENTAL

Por otro lado, la ONG ha explicado que, en base a «décadas de experiencia», es conocedora de que «la guerra tiene un impacto profundo en la salud mental de las personas», quienes se ven inmersas en una situación de inseguridad e incertidumbre.

«Los mecanismos normales de apoyo, como la familia y los amigos, se han visto alterados porque muchas personas han huido o se han escondido. Su entorno físico se ha quedado destrozado y la población tiene que desplazarse de un lugar a otro en busca de seguridad», ha puesto de manifiesto White.

Ahondando en este asunto, la empleada de MSF ha remarcado que la ausencia de espacios seguros, sumada al constante sonido de disparos, fuego de artillería y bombardeos aéreos acrecienta estas afecciones a la salud mental cuyas consecuencias, sin embargo, pueden tardar años en manifestarse.

«Tendremos que lidiar con el impacto de esta guerra en la salud mental a gran escala durante años», ha lamentado White, quien también considera un grave problema la situación de envejecimiento de la población, provocada, en parte, por la huida de los ciudadanos más jóvenes.

«Las personas mayores tienen menos movilidad, por lo que es más probable que se queden. Muchas tienen problemas de salud subyacentes, como hipertensión y diabetes. Aunque no veamos un impacto inmediato en las personas mayores, sabemos que este aparecerá», ha advertido.

Por otro lado, MSF ha apuntado que el contexto bélico influye directamente en el día a día de los ucranianos, quienes ahora ven como, ante la falta de combustible, tienen que quemar madera para cocinar en domicilios que «no están construidos para ello».

«La probabilidad de que se produzcan incendios es alta, y la población corre el riesgo de sufrir quemaduras graves y enfermedades respiratorias. En un contexto en el que el sistema sanitario está literalmente colapsado, esto podría resultar fatal», ha argumentado White.

Finalmente, Médicos Sin Fronteras ha lamentado que se esté comprometiendo la libertad de los ucranianos, su seguridad y su capacidad de buscar atención sanitaria. «Todo esto va en contra de las leyes de la guerra que establecen el derecho de los civiles a buscar seguridad y atención sanitaria», ha zanjado White.

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