MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
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Más de 1,7 millones de personas son desplazadas internas en Burkina Faso, un número que se ha incrementado en un 2.000 por ciento desde enero de 2019, según han denunciado este jueves varias organizaciones humanitarias.
La cifra de desplazados internos en el país africano ha registrado su segundo pico más alto en un mes en enero, más de 160.000 nuevos desplazados más, desde que comenzó la crisis humanitaria hace más de tres años. El aumento coincide con el golpe de Estado que derrocó a Roch Marc Christian Kaboré y aupó a Paul Henri Sandaogo Damiba.
El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés), Acción Contra el Hambre, Médicos del Mundo y Oxfam Intermón han detallado que, de esta cifra, más de dos de cada tres son niños, en un contexto en el que una creciente proporción de esta generación se cría lejos de sus hogares y con un acceso muy limitado a la educación.
Además, la financiación para educación es «desgarradoramente baja», según las organizaciones. En general, la financiación para proporcionar respuesta humanitaria en Burkina Faso es menos de la mitad de lo que se necesita. En concreto, el Plan de Respuesta Humanitaria para el país africano sólo consiguió el 44 por ciento de los fondos necesarios en 2021. Sólo el 6,5 por ciento de las necesidades educativas se cubrieron con ese montante.
En este sentido, las organizaciones han considerado «vital» que la crisis en Ucrania no desvíe los fondos y la atención de la región del Sahel.
La directora general de Médicos del Mundo en el país africano, Safia Torche, ha explicado que algunos donantes ya han comunicado su decisión de recortar un 70 por ciento la financiación a Burkina Faso para apoyar las operaciones en Ucrania.
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Así, ha mostrado su preocupación porque estos recortes se conviertan en «una tendencia», haciendo que el acceso a atención sanitaria y otros servicios básicos sea aún más escaso para los desplazados en Burkina Faso.
El director para Burkina Faso de Acción contra el Hambre, Grégoire Brou, ha puesto el foco en que la crisis en Ucrania también aumentará el precio de los cereales, lo que hará «peor una situación ya mala».
«Unos tres millones de personas se enfrentan a inseguridad alimentario en Burkina Faso y este número probablemente se incrementará significativamente este año durante la época de escasez». «Ahora es momento de que todo el mundo se movilice, no de desvincularse», ha urgido.
«La atención en las altas cifras en reuniones de alto nivel no significa nada para las personas que carecen de un refugio decente, agua limpia y no pueden alimentar a sus hijos con tres comidas al día», ha indicado el director del NRC en Burkina Faso, Hassane Hamadou, que ha pedido a los donantes hacer realidad las promesas hechas en la Conferencia del Sahel Central en octubre de 2020.
«La crisis en esta región no debe abordarse únicamente cuando es estratégicamente conveniente o cuando un país del Sahel está en los medios», ha criticado, remarcando que la comunidad internacional tiene la tarea de «alivar el sufrimiento humano, tanto si tiene lugar cerca de casa o no».
Las organizaciones también han indicado que el nuevo Gobierno de Burkina Faso debe responder «urgentemente» a la emergencia humanitaria en el país y no preocuparse únicamente de las dimensiones militares y de seguridad en el marco de la crisis. «Esperamos que el nombramiento del antiguo secretario general de la Cruz Roja de Burkina Faso como ministro de Asuntos Humanitarios facilite una cooperación renovada y robusta con todos los socios humanitarios», han zanjado.
