MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha hecho saber a los líderes de las distintas iglesias evangélicas brasileñas, que dirige el país hacia donde ellos «deseen», en un encuentro con marcados tintes electorales celebrado en el Palacio de la Alvorada, en el que incluso ha llegado a llorar recordando el apuñalamiento que recibió durante la campaña de 2018.
«Sería muy fácil estar del otro lado, pero como creo en dios, si estuviese en el otro lado nosotros no seríamos los elegidos. Digo ‘nosotros’ porque la responsabilidad es de todos nosotros. Dirijo el país hacia el lado que ustedes así lo deseen», ha expresado Bolsonaro.
El acto duró cerca de dos horas, tiempo suficiente para que la docena de líderes religiosos le mostraran su apoyo de cara a las próximas presidenciales previstas para octubre de este año y en las que, según los sondeos, parte en desventaja con respecto a la previsible candidatura del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Cerca de una treintena de pastores, obispos y líderes evangelistas participaron en una ceremonia en la que rezaron y pidieron por el presidente brasileño, quien habría «sido puesto por dios» en el cargo y «solo dios puede sacarle».
«Creemos que vamos tener muchos otros años por delante. Estamos apoyando, no por la victoria de A o B, sino por la victoria de nuestra nación. Su victoria es la nuestra», fueron algunas de las muestras de apoyo que recibió Bolsonaro durante la jornada, cuenta el diario ‘O Globo’.
Otros, por su parte, alertaron de las intenciones del Partido de los Trabajadores (PT) por volver a estar al frente del país. «¿Esta gente quiere gobernar el país? Dios nos libre. Es el imperio de la picardía y el robo, de la cultura de la corrupción», ha acusado el mediático pastor Silas Malafaia.
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A pesar de este apoyo, lo cierto es que la intención de voto entre los evangélicos está aún por conquistar. Se trata de un 30 por ciento del electorado brasileño y por lo tanto resulta fundamental para los principales candidatos a presidente de Brasil, Bolsonaro y Lula, quien también ha hecho gestos en los últimos meses hacia este sector para lograr su confianza.
Según una última encuesta de Datafolha, el 34 por ciento del electorado evangelista votará por él en las presidenciales de octubre, un punto porcentual más que los que darán su apoyo a Bolsonaro. Muy atrás quedan el exministro Sergio Moro o Ciro Gomes, el único cuya candidatura es oficial, con el 7 y el 4 por ciento, respectivamente.