MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
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La nadadora española Ona Carbonell tiene claro lo duro que fue el tener que compaginar su labor de madre y su sueño de participar en Tokyo 2020, un proceso en el que le sorprendió «de lo que es capaz el cuerpo y la mente de una mujer», pero en el que también hubo momentos en los que dudaba de si estaba siendo «buena madre y buena deportista», al tiempo que pide más ayudas para que la maternidad no sea un impedimento para la carrera deportiva de una mujer.
La catalana fue madre en agosto de 2020 y, aunque ya había renunciado a participar un año antes a los Juegos Olímpicos para crear una familia, el aplazamiento de la cita le permitió afrontar el exigente reto de compaginar sus dos papeles para participar en la capital japonesa y de contarlo en el documental ‘Empezar de nuevo’ que estrenó Rakuten TV el pasado 4 de marzo de cara a visibilizar un tema y a servir de ejemplo.
«Fueron circunstancias difíciles y duras como el que no dormía y tenía mucho sueño y mucha fatiga física y mental, pero también me ha sorprendido de lo que es capaz el cuerpo y la mente de la mujer. Sí se puede conciliar y no hay que renunciar al trabajo o a la maternidad por tus sueños, pero necesitamos más ayudas en todos los sentidos para que esto pueda ser algo normal y natural», expresó Ona Carbonell en una entrevista a Europa Press.
La pandemia, que «trajo cosas terribles», le «abrió una puerta», pero para llegar a Tokio tenía que ponerse «en forma con un bebé y en menos de un año» y enfrentándose «a muchos adversidades en un tiempo muy pequeño». «Todo ha sido un reto. Tuve que entrenar con el abdominal abierto, el suelo pélvico, con un equipo que llevaba ya su ritmo de entrenamientos, medio confinada todo el año, con mi familia sin casi poder ver al niño, con mi marido sin poder ir a trabajar o el hándicap de no poder llevarme al niño a los campeonatos y no saber qué hacer con la lactancia materna», subrayó la barcelonesa.
En este sentido, sabe «cien por cien» el papel fundamental de su entorno, encabezado por su pareja, Pablo Ibáñez, para haber podido hacerlo. «Estoy reivindicando esta situación desde una situación de privilegiada», reconoció. «He tenido estabilidad económica, ayuda en casa, de mi familia y de un entorno que no sólo me ha puesto las cosas fáciles sino que me ha animado a hacer esto. Sin todos esos pilares no habría sido capaz, todos me han animado a cumplir mi sueño», añadió.
«A la mayoría de mujeres en sus entornos no les ayudan ni les dan esa confianza, o no las dejan hacer la lactancia materna o compaginar. Yo me siento muy afortunada. En el deporte hay una diferencia total en igualdad de oportunidades porque es un reflejo de sociedad y si mejoramos en el deporte, espero que se mejore en todos los ámbitos», deseó Carbonell.
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La deportista apuntó que fue su entrenadora de la selección, la japonesa Mayuko Fujiki, la que la llamó y le dijo que podía «llegar» a Tokio. «Me empezó a motivar y empecé a ver que era posible, pero este reto no lo ha sido tanto en lo deportivo, porque ya he conseguido muchos logros, sino más a nivel humano, social y de reivindicar esta situación, y eso es lo que me motivó junto a tener un ‘caramelito’ como son unos Juegos», confesó.
«VALIÓ LA PENA»
Y pese a todo la dureza en este ‘viaje’, Carbonell no tiene dudas. «Valió la pena, totalmente, sobre todo por poder ayudar, aunque sea muy ‘poquito’ a que el camino de otras deportistas sea más fácil», admitió la doble medallista olímpica, que tampoco esconde que tuvo «varios momentos de querer tirar la toalla», como el que refleja el documental en los días previos al Preolímpico de Barcelona.
«No dormía y estaba tan extremadamente fatigada que dudaba de si estaba siendo buena madre, buena deportista y de si era algo positivo para el equipo, dudaba de mí en todos los lados. Tenía la responsabilidad como componente del equipo de que no podía dejarlas tiradas y que tenía que aguantar y seguir hasta Tokio. Pero también tuve otros momentos de no verlo claro y sentirme un poco superada», advirtió, confirmando que la maternidad le ha cambiado «en muchos sentidos» y «para nada» es ya «la misma deportista». «Ahora tienes otras prioridades y es otra manera de vivir el deporte», resaltó.
Y su estancia en Tokio, donde no pudo viajar con su hijo, tampoco fue «fácil». «Tuve muchos miedos, el primero el de perder la lactancia materna. También el de no vivir su primer aniversario y el estar tanto tiempo sin él pese a que tenía la seguridad de que estaba en las mejores manos. Pero ahora está el creer que cuando pueda ser mayor creo que se sentirá orgulloso y que esto le servir para luchar por cualquier sueño que tenga, eso me haría mucha ilusión», recalcó.
Por otro lado, sobre la grabación del documental para Rakuten TV, aseguró haber tenido «muchas dudas al principio» por ser una persona «celosa» de su «intimidad» y de haber sabido separar su «vida personal de la deportiva». «Significaba abrir las puertas de mi casa y no estaba segura, pero creí que el relato valía la pena y que tenía un deber como mujer deportista de visibilizar las dificultades y adversidades de las mujeres deportistas que quieren ser madres y seguir ejerciendo como deportistas de elite», puntualizó.
La nadadora cree que «hay referentes» de deportistas que han sido madres y que, como ella, lo han compagina con su carrera, pero que son «muy pocas». «Con este documental hemos querida dar visibilidad a un tema que es tabú y no debería serlo, debería ser normal. La idea es que un futuro no me sienta una ‘rara avis’ y que haya muchas más que si quieren ser madres lo sena sin miedo a perder sus retos deportivos o su carrera profesional», aseveró. DESEA QUE OTRAS DEPORTISTAS «SE SIENTAN MÁS SEGURAS»
Ona Carbonell considera que casi todos los países van muy por detrás en este tema, en el que hace falta «visibilización» como en temas de la lactancia materna y compaginarla con la vida deportiva, del que «no existía nada» cuando acudió a internet a informarse.
«El deporte ha evolucionado en muchas cosas y muy poco en otras. Que este documental se pueda ver en 50 países y en cinco idiomas es una gran plataforma y un gran altavoz. Mi objetivo es intentar que las próximas deportistas que quieran dar ese paso se sientan más seguras y les sea más fácil», explicó.
De cara al futuro, la deportista española, que volverá a ser madre en verano, está entrenando con la selección en el CAR «dos días a la semana» y de forma «mucho más ligera». «Me mantengo en forma y la idea es volver a competir, pero quiero tomarme mis cuatro meses de baja que no me tomé con Kai y volver con más tranquilidad», expresó.
«Creo que el actual es un equipo maravilloso, en lo deportivo y en lo humano. Es muy joven y tenemos que darle tiempo, a veces nos cuesta entender que es cuestión de generaciones y que no es fácil. Se necesita tiempo, aprendizaje, experiencia, pero creo que nos va a dar muchas alegrías y es un equipo del cual estoy muy orgullosa y al que estoy ayudando en todo lo que puedo», concluyó Carbonell.