MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
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El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha asegurado que los fondos europeos de la Unión Europea no serán empleados para suministrar aviones de combate a Ucrania en su defensa contra la invasión rusa; una incursión que provocará «efectos de largo alcance» en la economía europea durante los próximos meses, en su opinión.
En una entrevista publicada este domingo por el diario ‘Journal du Dimanche’, Michel ha garantizado que los fondos europeos «no se utilizarán para financiar la entrega de aviones de combate a Ucrania» si bien ha recordado que hay países que están efectuando «gestiones bilaterales sobre la hipótesis de suministro de equipos o repuestos vinculados al uso de la fuerza aérea».
Michel ha aprovechado para pedir que el conflicto no se contextualice como una guerra entre la Unión Europea y Rusia. «No estamos en guerra con ellos en absoluto. La guerra fue la que inició Rusia contra Ucrania, un país amigo muy cercano a la UE, y por eso apoyamos a Ucrania en todos los niveles», ha declarado.
«Apoyaremos la resistencia de Ucrania tanto como sea posible», ha reiterado Michel antes de proporcionar un panorama sombrío del futuro económico de la Unión Europea a raíz de las sanciones contra Rusia promulgadas por Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Japón y la propia UE.
«Es fundamental que digamos la verdad a los ciudadanos europeos: las sanciones masivas que hemos desatado contra Rusia tendrán efectos de largo alcance para todos nosotros», ha lamentado Michel, si bien ha defendido que las medidas han sido calibradas «para que golpeen duramente a la economía rusa y a la nuestra lo menos posible».
Con todo, Michel ha avisado que «las consecuencias pueden no ser visibles para todos mañana, pero debemos prepararnos para las represalias a fin de proteger nuestras economías y nuestro modelo social, a mediano y quizás incluso a largo plazo»
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Por último, Michel ha eludido hablar en profundidad sobre una posible ampliación de la UE, si bien ha reconocido que es «un debate que hay que tener, incluso sobre (la incorporación de) Georgia y Moldavia, aunque sea difícil y nos divida».
«En esta próxima fase, debemos ser racionales. El derecho de veto de cada país miembro ha hecho que la conducción de la UE sea más difícil y más lenta después de cada ampliación», ha declarado.
Michel ha avanzado que el encuentro de los jefes de Estado y de Gobierno europeos en Versalles (Francia) que comenzará el próximo jueves «no decidirá nada este tema», pero si abrirá la oportunidad a los participantes de «aclarar nuestras posiciones respectivas sobre el futuro europeo de nuestros vecinos».